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“Venga a convivir con los turistas, señor Trias, es insoportable”

El Ayuntamiento destinará la mitad de la tasa turística a los barrios más saturados

Clara Blanchar
Concentración ante la biblioteca Joan Fuster antes del inicio de la audiencia pública sobre turismo.
Concentración ante la biblioteca Joan Fuster antes del inicio de la audiencia pública sobre turismo.CARLES RIBAS

“No estamos en contra del turismo, pero somos y queremos ser vecinos. Donde hay turistas cambia el tejido social”. “Vengan a vivir a la Sagrada Familia, es insoportable”. Algunos de los vecinos que ayer intervinieron en la audiencia sobre el turismo en Barcelona finalizaron sus parlamentos retando a los responsables municipales: si tan fantástico es el sector que supone el 14% del PIB y 120.000 empleos, vívanlo en sus propias carnes. “Invito al señor Trias a que venga a la Barceloneta una temporada”, lanzó otra voz.

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La inédita convocatoria en la que cualquier ciudadano puede expresarse ante los responsables municipales —la última fue hace diez años a raíz de la polémica ordenanza de civismo—, abarrotó la sala de actos de la biblioteca Jaume Fuster, dejó a 300 personas en la calle y durante más de tres horas ofreció una panorámica de malestar y tensión que la presión del turismo crea en la ciudad.

Abrió el acto la teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens, que lanzó el anuncio de que Barcelona podrá disponer del 48% de lo que recauda en tasa turística (ahora es el 34%) y que se invertirá en los barrios más saturados; en segundo lugar habló el presidente de la FAVB, Lluís Rabell, que recordó el decálogo de propuestas de las entidades ciudadanas, y a continuación se abrió el turno abierto de palabras, convertido en algunos momentos en un rifirrafe de abucheos y/o aplausos entre partidarios y detractores del actual modelo turístico.

Una sucesión de voces entre las que tuvieron un notable e inesperado protagonismo las de representantes de la patronal de los apartamentos turísticos Apartur y dueños particulares de la asociación Amfitrions de Barcelona: celebraron el turismo que llega a Barcelona, pidieron que se regule su actividad y lamentaron las restricciones para abrir nuevos pisos. Habló Jaume Saumell, de Amfitrions de Barcelona, que representa a 6.000 vecinos que quieren una normativa para albergar a turistas en sus casas. O Gustavo Carrasco, que explicó que tiene cuatro pisos turísticos legalizados, con sus hipotecas, y teme tener que cerrarlos.

El hotelero Joan Gaspart y, a su lado, a la derecha, el exconcejal socialista William Carnes.
El hotelero Joan Gaspart y, a su lado, a la derecha, el exconcejal socialista William Carnes.CARLES RIBAS
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Pero el grueso de las intervenciones llegó hasta la biblioteca de la plaza de Lesseps desde barrios de toda la ciudad: los que soportan las mayores cargas turísticas (Casc Antic, Barceloneta, La Rambla, Sagrada Família, Eixample) y las que observan el fenómeno con cautela y temor (Gràcia, Paral.lel, Montjuïc, Sarrià). Dos polos, a favor y en contra del actual modelo turístico de Barcelona, entre los que también hubo voces de vecinos anónimos que explicaron que alquilan habitaciones a turistas por pura supervivencia, porque no tienen otra forma de ganarse la vida. “No me siento culpable por ello”, dijo un vecino. Dejaron mudo al auditorio.

Entre las voces vecinales, y comenzando por la de Rabell, se reprochó al alcalde, Xavier Trias, no haber albergado la audiencia en el Ayuntamiento y no haber acudido. Lamentó Rabell que el Ayuntamiento lleve semanas reclamando “propuestas” a las entidades: “Los vecinos hace 40 años que luchamos y hacemos propuestas para construir alternativas, en parte la ciudad es como es gracias a los vecinos”, espetó tras advertir que la audiencia era “un acto político”.

DECÁLOGO DE LOS AGENTES SOCIALES

1. Crear un Consejo Ciudadano de Turismo, organismo consultivo "potente"

2. Tasa turística enteramente destinada a compensar los impactos y no solo a promoción

3. Moratoria sobre concesión de nuevas licencias de hoteles y ni uno más en Ciutat Vella

4. Calificar como establecimientos hoteleros los apartamentos y congelar nuevas licencias

5. Regular fiscalmente las plataformas digitales llamadas de economía colaborativa

6. Plan de protección establecimientos emblemáticos frente a la expansión de franquicias

7. Procesos participativos en el diseño urbanístico

8. Definir la capacidad de carga de visitantes en las zonas monumentales y limitarlos

9. Criterios medioambientales para los cruceros

10 Velar por la profesionalidad y condiciones laborales en el sector

En el turno abierto de palabras intervino Pep García, de la Asociación de Vecinos del Raval. Criticó la política municipal y advirtió de que incluso pisos sociales del barrio el verano pasado se alquilaron como turísticos “porque los vecinos no pueden pagar”. La veterana Maria Mas, del Casc Antic, arremetió contra la apertura de hoteles en el centro: “Hay cinco hoteles proyectados en la zona con más hoteles de la ciudad, y dos son de Millet y Núñez y Navarro”, dijo. Desde la Barceloneta, Sergio Arnas, fue de las voces más vehementes al pedir la “abolición del los apartamentos en toda la ciudad”. Se enfrentó y hasta insultó y amenazó a los representantes del sector. Muy críticas fueron también las intervenciones desde La Rambla —“el plan especial es una chapuza, han dejado de lado los vecinos y lo han consensuado con la asociación de amigos, que son los comerciantes”— o de la Sagrada Familia. Desde la asociación de comerciantes Barcelona Comerç, Vicens Gasca alertó de que la fortaleza del sector “no debe ser excusa para transformar el modelo de ciudad” y advirtió de que lo que buscan y valoran los turistas “es la autenticidad”.

Especialmente duras y aplaudidas fueron las intervenciones de Xavier Monge, de la plataforma Salvem el Niza, que tachó la audiencia de “espectáculo y tomadura de pelo”; y la de la activista y candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, que explicó que vivió una década en Ciutat Vella y vive en Sagrada Familia y acusó al Ayuntamiento de convertir la audiencia en un espectáculo. “Convocan la audiencia tarde, en periodo electoral, la convoca el alcalde y no viene y se limitan a tirar un micro sin que nadie dinamice la reunión. Parece que potencien una pelea entre vecinos y lobbies. Era previsible, no sé si atribuirlo a la incompetencia o a la mala fe del actual Ayuntamiento”, dijo.

La teniente de alcalde Recasens no eludió en su intervención los problemas que causa el turismo, aunque pidió no “criminalizar al sector”. Repasó brevemente cómo Barcelona ha pasado de las 1,8 millones de pernoctaciones en 1992 a las 7,8 actuales, cuando los visitantes ascienden a 27 millones de personas. Una presión que genera lo que el Ayuntamiento llama “externalidades negativas que hay que corregir”. De ahí que Recasens se comprometiera “a incorporar las propuestas surgidas en la audiencia y el decálogo en el pacto por el turismo responsable que definirá el plan estratégico 2015-2020”.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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