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La querella de Ros contra su ex ‘número dos’ agrava la crisis en Lleida

La disputa entre el alcalde y Marta Camps pone en peligro la mayoría socialista

Àngel Ros, alcalde socialista de Lleida.
Àngel Ros, alcalde socialista de Lleida.

El Ayuntamiento de Lleida está viviendo uno de los momentos más convulsos de los últimos mandatos. El alcalde socialista Àngel Ros, acusado de prácticas irregulares por la ex concejala de Urbanismo, Marta Camps, destituida el miércoles por “deslealtad y falta de confianza”, contraatacó ayer con una querella por injurias y calumnias contra la que ha sido durante muchos años su mano derecha en el Consistorio y en el partido.

El alcalde leridano dijo ayer que sus abogados han presentado ante la Fiscalía un escrito de denuncia para que se restituya su honorabilidad en el ejercicio de su cargo y aflore la verdad sobre las graves acusaciones realizadas contra su persona por Camps por supuestas irregularidades administrativas y económicas y que él considera que son injuriosas y falsas.

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Ros justificó cada una de las acusaciones, especialmente las referidas al cobro de dietas en viajes al extranjero y a la compra de fulares y corbatas para regalos institucionales por importe de 36.000 euros. El alcalde explicó que esta cantidad figuraba como partida “debidamente consignada” en el presupuesto municipal, aprobado con el voto de la denunciante y, por tanto, “no se ha malversado ningún caudal público”.

El edil socialista explicó que los 17.000 euros de dietas de un viaje a Hannover corresponden a los gastos de toda la delegación leridana y a la instalación de la caseta en la feria alemana. Respecto a este viaje y a otro realizado a China, Ros destacó que ambos fueron muy provechosos para la ciudad porque proporcionaron estudiantes a la Universitat de Lleida (UdL) e importantes recursos para el parque tecnológico y científico de Gardeny.

Ros informó ayer a los alcaldables de todas las fuerzas políticas sobre los motivos de la destitución de Camps y desmintió cada uno de los hechos denunciados. “Lo que ahora son supuestas irregularidades no lo serían si Camps hubiera sido la número dos de la lista. Su ética no coincide con la mía”, remarcó.

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El enfrentamiento entre el presidente y la primera secretaria del PSC de Lleida a solo tres meses de las municipales del 24 de mayo puede ser un lastre para que Ros consiga revalidar la mayoría absoluta al frente de una lista en la que con toda seguridad no figurará Camps. Hace algo más de un año, inicio de los desencuentros que han desembocado en esta crisis, la edil vio frustradas sus aspiraciones de suceder a Ros en la alcaldía cuando este anunció que volvería a presentarse por tercera vez como candidato cuando poco antes había dicho que no lo haría.

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