Mueren dos ancianos al incendiarse su piso en el Eixample
Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego se inició por el contacto de un textil con una estufa
Un matrimonio de dos ancianos de 90 años fallecieron la tarde de ayer tras incendiarse su piso situado en la principal cuarta del número 276 de la calle Calàbria de Barcelona. El incendio se produjo poco antes de las 17:00 horas por causas que se están investigando. Hasta el lugar de los hechos, en pleno barrio del Eixample, se desplazaron siete dotaciones de los Bomberos de Barcelona que tardaron una hora en sofocar las llamas.
Cuatro ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) acudieron al lugar pero nada pudieron hacer por salvar la vida de los dos ancianos que fueron evacuados de la vivienda en estado crítico después de haber inhalado gran cantidad de humo. Cuando las ambulancias llegaron al Hospital Clínic, a sólo unas manzanas de allí, sólo pudieron certificar la muerte de ambos.
La mayoría de vecinos del inmueble abandonaron el edificio por su propio pie y los Bomberos, tras constatar que el inmueble no había sufrido daños estructurales, permitieron que regresaran a sus viviendas.
Minutos más tarde llegaba al lugar la hija de las víctimas, Josep y Manela, topándose con la puerta de casa de sus padres precintada hasta que se los bomberos, que han iniciado una investigación, esclarezcan cómo se originó el incendio. “Mis padres no tenían ni butano, ni ningún tipo de brasero para calentarse”, aseguraba muy afectada, la hija de los fallecidos. Uno de los nietos confirmaba que sus abuelos sólo disponían de estufas eléctricas en todo el piso.
La hija de las víctimas descarta que estas usaran butano o braseros para calentar el piso
Fuentes cercanas a la investigación aseguraron ayer que, aunque no se descarta que el incendio se produjera como consecuencia de un cortocircuito, la principal hipótesis que se baraja es que algún tipo de tejido comenzara a arder por encontrarse muy próximo a la fuente emisora de calor, la estufa. La avanzada edad de las víctimas fue lo que precipitó el lamentable desenlace.
“Él todavía estaba vivo cuando lo han sacado en la camilla”, recordaba un tendero de la misma calle. El matrimonio era muy querido en el bloque, “llevan toda la vida aquí. Él había sido taxista”, afirmaba una vecina muy afectada por el suceso. Uno de los vecinos sentenciaba que el matrimonio tenían una “salud muy delicada, y que una vecina les ayudaba en las labores del hogar y en la compra”.
El pasado 10 de febrero, un hombre de 63 años fallecía en el incendio de su piso del número 34 de la calle Torrent de Can Mariner, en el distrito de Horta-Guinardó.
El incendio se originó poco después de las 15:30 horas y cuando los bomberos apagaron las llamas localizaron el cadáver de propietario que según la primera hipótesis perdió el conocimiento como consecuencia de la inhalación de humo. Nada pudo hacerse por salvar su vida.
