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Libia, la guerra en blanco y negro

El colectivo MeMo expone sus fotografías sobre el conflicto bélico, con imágenes como la primera foto de Gadafi muerto

La imagen de Gadafi tras ser abatido, una de las fotos más impactantes de la exposición.
La imagen de Gadafi tras ser abatido, una de las fotos más impactantes de la exposición. fabio bucciarelli

Bukra Inshallah en árabe significa “mañana si Dios quiere”, palabras que repiten como un mantra, con esperanza, resignación y fatalismo, los miles de civiles que desde hace años padecen los horrores de la guerra en los países del norte de África. Bukra Inshallah. The Lybian Wares también el título elegido por los miembros del colectivo de fotoperiodistas MeMo (Memory in Motion, Memoria en Movimiento), para la exposición abierta en Blueproject Foundation de Barcelona, hasta el 5 de abril. La muestra reúne 21 impactantes fotografías en blanco y negro sobre el conflicto en Libia en el cuarto aniversario de su inicio, que lejos de traer libertad y democracia, ha llevado el país al abismo. La selección incluye la célebre primera imagen del cadáver del dictador libio Muamar el Gadafi. “Murió en Sirte, su ciudad natal y allí tuve la ocasión de fotografiarlo en una casa privada antes de que lo trasladarán a Misrata. Es una imagen que muestra las contradicciones de la situación en Libia, la violencia y el horror y al mismo tiempo la compasión y el perdón”, explica Fabio Bucciarelli (Turín, 1980), indicando una mano anónima que con su gesto de piedad proporciona a la foto un nuevo sentido.

Bucciarelli es el único italiano de un colectivo formado por cuatro españoles: Manu Brabo (Gijón, 1981), Guillem Valle (Barcelona, 1983), José Colon (Sevilla, 1975) y Diego Ibarra (Zaragoza, 1982). Entre todos reúnen una asombrosa cantidad de premios, incluidos el Pulitzer, el World Press Photo y el Robert Capa, pero les dan importancia sobre todo porque les permiten no solo seguir haciendo su trabajo, denunciando atropellos y violencias, sino investigar nuevos soportes para el fotoperiodismo, menos vinculados a las obligaciones políticas, económicas y editoriales. Por ello, junto con Libre, un colectivo de programadores de Turín, han creado Memo-Mag, un nuevo formato de revista digital, multimedia e interactiva. El primer número, cuyo hilo conductor es el miedo, está habilitado solo para iPad, pero el segundo, previsto para marzo, estará disponible también para Android, los sistemas operativos de ordenadores y las plataformas de algunos periódicos, como La Stampa de Turín, que han establecido acuerdos de colaboración. “Nos interesa poner la tecnología al servicio de la fotografía. La forma es importante, pero nunca supera el contenido”, indica Colon, destacando los puntos fuertes de Memo-Mag: infografías animadas, intervenciones audiovisuales de los autores, contribuciones de periodistas invitados, gráficos interactivos, animaciones 3D y otros recursos que convierten la navegación en una experiencia mucho más dinámica e inmersiva. “La aplicación utiliza un programa de código abierto, escrito especialmente para este proyecto, que explota recursos inéditos o emplea técnicas conocidas de formas innovadora”, añade Bucciarelli.

La segunda entrega tratará de la desintegración y contará entre otros con un trabajo documental en vídeo y fotografía sobre la inmigración en España de Colon y sendos reportajes sobre Ucrania y los refugiados de La Primavera Árabe a cargo de Brabo y Bucciarelli respectivamente.

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