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noche y electrónica
Columna
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La marca que el club Mondo ha creado

Esta semana visitan su sede del número 20 de Alcalá dos nombres habituales desde hace muchos años, Henrik Schwartz el jueves, y Erol Alkan el sábado.

Abraham Rivera

Madrid le debe mucho, culturalmente hablando, a un club como Mondo. Por sus dos sedes, la antigua sala Stella y la discoteca Coco, han desfilado algunos de los mejores representantes de la electrónica actual. Andrew Weatherall, Michael Mayer o Ivan Smagghe, entre otros, han formado parte de una programación donde se valora la calidad y el éxito de las propuestas.

No es un dato despreciable que muchos de estos artistas repitan de forma continuada durante años, como si fueran miembros de una familia que cada cierto tiempo deben regresar a la ciudad que les vio crecer.

Algunos seguro que recuerdan aquel local de la calle Arlabán que escondía en su parte inferior los restos de una setentera disco-bolera. Aquellos primeros jueves de hace quince años, con Agatha Lucendo como anfitriona y un sonido marcado por el funk y los ritmos electrónicos de raíces negras a cargo de los residentes Kojak y Gerardo Niva, dio paso a un club más cosmopolita. Sellos como Kompakt, Playhouse o Wagon Repair se hicieron un hueco rápidamente en las maletas de dj´s como Alvaro Cabana, Baughman, Pilas y, nuevamente, Gerardo Niva, el único nombre que estáligado a Mondo desde sus inicios hasta el día de hoy.

Esta semana visitan su sede del número 20 de Alcalá dos nombres habituales desde hace muchos años, Henrik Schwartz el jueves, y Erol Alkan el sábado.

El primero lleva más de una década jugando con el house y llevándolo hacia otros terrenos como el jazz, el año pasado publicó Trialogue junto al pianista Bugge Wesseltoft y el bajista Dan Berglund, aunque es más que probable que en el directo que presente hoy siga la línea marcada en otras fechas: remixes y temas sin publicar de house más o menos accesible.

El sábado, Erol Alkan, viene como el autor del volumen 77 dela serie de sesiones Fabriclive. Un álbum donde combina disco, electro y acid bailable. Los dos nombres son la imagen perenne de un local que ha sabido adaptarse a las modas y estilos de una amplia representación de la electrónica internacional.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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