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En libertad un presunto pedófilo por un error de forma

La Audiencia Provincial considera que la diligencia del juzgado de guardia que lo ordenó no se ajustaba a derecho.

El País

La Audiencia Provincial de Madrid absolvió ayer a un monitor de ciclismo acusado de hasta 19 delitos relacionados con abusos a menores tras anular el registro a su domicilio, al considerar que la diligencia del juzgado de guardia que lo ordenó no se ajustaba a derecho.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la sala ha señalado que en el momento del registro la Policía atribuía al procesado, Javier G. V. S., de 49 años, la adquisición de tres DVD con material pedófilo, una imputación “jurídicamente insuficiente” como para proceder al registro del domicilio. Por ello, ha estimado que en el registro se vulneraron derechos constitucionales del procesado y ha anulado tanto esa diligencia como las pruebas que se hallaron en ella —vídeos y material pornográfico—, y que desencadenaron la denuncia de los jóvenes supuestamente víctimas del procesado.

Javier G.V. S. estaba procesado por nueve delitos continuados de utilización de menores para la elaboración de material pornográfico, dos delitos continuados contra la intimidad, cuatro delitos de exhibición de material pornográfico, tres delitos continuados de abuso sexual y un delito de posesión de material pornográfico. El monitor fue detenido en junio de 2012 después de que la operación Espada, que comenzó en Ottawa (Canadá), lo identificara como consumidor de material pornográfico.

Invitaba a sus alumnos

La Policía solicitó el registro de su vivienda y, al entrar en el inmueble, halló una cámara apta para ser escondida junto a fotos y vídeos de menores desnudos que supuestamente había elaborado él, y que permanecían archivados con nombres de sus alumnos. El procesado produjo presuntamente el material pornográfico entre 2010 y 2012, cuando invitó a alumnos del club Cien Promesas de Valdemoro a su casa y supuestamente fotografió o grabó a todos ellos y abusó de algunos, según el escrito de acusación del fiscal, que pidió 89 años de cárcel para él.

Durante el proceso, 12 menores reconocieron que el monitor les había invitado a su domicilio para que se ducharan allí o para arreglar sus bicicletas, entre otras excusas, para lograr que se quedasen desnudos y grabarles en vídeo sin que lo supieran, cuando tenían entre 10 y 14 años de edad. El monitor ya fue condenado en 1994 por un delito contra la libertad sexual, aunque tampoco llegó a ingresar en prisión.

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