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Las cofradías piden auxilio a la ministra por la muerte del molusco

11 patrones mayores de Arousa reclaman medidas frente a un declive “sin precedentes”

Vilagarcía de Arousa -
La ministra García Tejerina, con cazadora color naranja, observa el trabajo de una mariscadora.
La ministra García Tejerina, con cazadora color naranja, observa el trabajo de una mariscadora. LALO R. VILLAR

El primer viaje de la ministra de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, a Galicia fue mucho más que la anunciada visita institucional a los arenales de Cambados para comprobar el arduo trabajo del marisqueo que gestiona una agrupación integrada prácticamente por mujeres. Después de un recorrido en barco para conocer la cadena de producción de mejillón en bateas, García Tejerina abandonó las Rías Baixas con unas contundentes reivindicaciones suscritas por las 11 cofradías de la ría de Arousa donde le hablan de “una situación lamentable, sin precedentes” que ha provocado más de 10 millones de euros en pérdidas.

 Acompañada por la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, la ministra escuchó a pie de playa a la presidenta de las mariscadoras y patrona mayor de la cofradía, María José Cacabelos, que calificó de “momentos muy duros” la situación de los bancos marisqueros y pidió la colaboración de todos para “recuperar los recursos heredados de los antepasados y que ha costado tanto trabajo mantener a flote”.

Como portavoz del sector en una de las zonas de pesca y extracción de moluscos más representativa, y una de las que no se ha cerrado al marisqueo, la presidenta de la agrupación enumeró las causas del desplome de la producción, comenzando por la mortandad, desde hace dos años, del berberecho por la infección de un parásito desconocido hasta entonces, la introducción de especies foráneas como la almeja japónica o la alteración de los ecosistemas por la acción de los embalses provocando descensos de los niveles de salinidad o la contaminación de aguas residuales. “Necesitamos más esfuerzos [de la Administración] y todos tenemos que trabajar unidos porque de esto vivimos miles de familias y queremos que sigan haciéndolo nuestros nietos”, dijo Cacabelos.

Para García Tejerina “el futuro del sector pasa por el desarrollo sostenible”, vigilancia y control de los recursos naturales que son “el pan del futuro”. Destacó el trabajo que se está haciendo en Galicia para controlar y garantizar los productos que llegan al consumidor, y afirmó que “ahora mismo las bateas son las piscifactorías de mejillón, pero ya hay interesantes proyectos de innovación para diversificarlas a otras especies”.

Rosa Quintana se mostró convencida de poder hacer frente a la epidemia que sufre el berberecho aunque admitió que no hay un pronóstico sobre cuándo quedará controlada definitivamente. “Soy optimista por naturaleza y considero que vamos a ser capaces de superar este problema como lo hemos hecho con otros casos de parásitos que han venido de fuera, por ejemplo con la ostra que estuvo afectada por uno que vino de Francia, y logramos que se hiciese resistente a la enfermedad aunque no podemos dar plazos”, dijo la conselleira.

Quintana subrayó que en el proceso de mortandad del berberecho influyeron los cambios de salinidad de las ciclogénesis del pasado año, que lo debilitaron e hicieron más vulnerable a la enfermedad. “Son ciclos por descensos de salinidad que no se habían registrado antes en la historia”, dijo, “pero este año estoy convencida de que tendremos un repunte de la producción porque el invierno no ha sido tan duro”.

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Los patrones mayores expusieron a la ministra las principales causas del deterioro de los recursos marisqueros, comenzando por la contaminación descontrolada de vertidos industriales y domésticos o pesticidas que se canalizan a la ría y que inciden en la cadena trófica. También pusieron el acento en la ineficacia de la vigilancia por parte de la Administración, “lo que provoca”, dijeron, “la aparición en los mercados de productos de dudosa trazabilidad”.

Calificaron el control de la ría de “nulo o ineficaz al no ser capaz de contener el avance del furtivismo” y plantearon propiciar un cambio de actitud de la Administración frente a la imposición de cuotas, periodos de pesca, reglamentos de tallas y empleo de artes tradicionales, así como mayor competencia en la gestión de las cofradías.

“Miles de familias durante generaciones han explotado con dignidad los recursos que la ría ha ofrecido a sus gentes, e industrias como las transformadoras, el comercio o el turismo se han nutrido de ella”, señalaron los portavoces del sector. “Somos herederos de una de las rías más productivas del mundo y lamentablemente, en los últimos años, contemplamos con impotencia el deterioro que asola nuestros recursos y con ello nuestras economías”.

“Señora ministra”, decía el escrito que le entregaron, “con esta carta tan solo pretendemos poner en conocimiento una situación lamentable, sin precedentes, en nuestra historia (...) Podríamos seguir enumerando una larga lista de problemas que nos afectan, pero aumentaríamos el desánimo y el desasosiego de nuestras gentes”.

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