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Rossy de Palma dinamita la sobriedad del 080

Los materiales de Txell Miras y los exiliados de Miriam Ponsa, en la segunda jornada

Ana Pantaleoni
Rossy de Palma posando para Ruven Afanador durante la sesión fotográfica en el 080 Barcelona Fashion 2015.
Rossy de Palma posando para Ruven Afanador durante la sesión fotográfica en el 080 Barcelona Fashion 2015.Miquel Benitez (Getty Images)

Los barcos quietos, anclados en el Museo Marítimo de Barcelona. Atónitos ante tanta gente joven y menos joven con móvil en mano. Silenciosos ante ellos, la mayoría con barba. Todo según el guion hasta que llegó ella, Rossy de Palma, para posar en el centro del museo para el reconocido fotógrafo Ruven Afanador. Se calzó un maillot negro y unas medias de rejilla que acababan en unos tacones de infarto. Rossy de Palma se contoneó, fumó, bailó y se divirtió mostrándose ante el fotógrafo de origen colombiano. Y el público, de camino a los desfiles, paraba para ver el espectáculo.

Ayer tuvo lugar la segunda jornada de la pasarela catalana 080 Barcelona Fashion. Los diseñadores subieron a la pasarela unas colecciones que destacaron por la sobriedad y la cuidada elaboración. Hubo un momento muy especial, el desfile de Sita Murt.

“No me digáis que es imposible, las cosas se tienen que probar”. La frase de la diseñadora catalana se iluminó en la pantalla justo antes de arrancar. Eso fue todo. Suficiente para los cuatro hijos de la fallecida diseñadora, que siempre les decía la misma frase. Sus cuatro herederos están dispuestos a mantener la empresa de su madre, que en los últimos tiempos ha pasado por dificultades económicas. Isabel Esteve, responsable de diseño, explicó ayer que seguir trabajando es su mayor homenaje. La Generalitat, además, tiene previsto rendir tributo este jueves a la creadora de Igualada.

La jornada comenzó con la moda infantil de Bóboli y Cóndor. Y entonces le llegó el turno a Txell Miras, en un desfile compartido con Lebor Gabala. Txell Miras sacó de su armario sus materiales más primitivos e inusuales como las cajas de cartón, los tubos de la ropa y tejidos técnicos como el que se usa en las tapicerías de los coches. Incluso se permitió un toque de color burdeos entres prendas.

Junto al camerino de Miras, se encontraba su compañera Miriam Ponsa, con la que acaba de abrir tienda en París, junto a Josep Abril: “Nos hemos dado cuenta que juntos todo es mucho más fácil. Si funciona la conjunción en Projecte 01 seguiremos abriendo tiendas”. Ponsa, que ha elaborado una colección que es un homenaje a todos los exiliados, es de las pocas diseñadoras que ha vivido las 15 ediciones de esta pasarela catalana. En cinco ocasiones se ha llevado el premio a la mejor colección. Pero está vez no podrá ser. La organización del 080 ha cambiado las bases y en esta edición solo premiará a los emergentes, en total cinco. Ponsa lanza una mirada crítica al proyecto que impulsa la Generalitat: “Está un poco ambiguo. Falta nivel creativo y esto es la materia primera de cualquier pasarela”. La jornada, que también contó con TCN, finalizó con el desfile de Desigual. Hoy le toca el turno a Custo, entre otros.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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