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El Ejército despide al cabo español caído en Líbano

El jefe de su regimiento: “Murió en una acción de las que él contribuía a evitar”

La mujer del cabo Soria (a la derecha) abraza la bandera que cubría el féretro de su marido, en Córdoba.
La mujer del cabo Soria (a la derecha) abraza la bandera que cubría el féretro de su marido, en Córdoba.juan manuel vacas

Los compañeros de Francisco Javier Soria Toledo, el cabo español fallecido por un bombardeo de Israel en Líbano, le han despedido este viernes en la base cordobesa de Cerro Muriano. Allí se encuentra la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X, a la que pertenecía el militar. Al acto, además de la viuda —embarazada de nueve meses— y la madre del fallecido, ha acudido el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien ha impuesto al cabo, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, la mayor condecoración.

El coronel Rafael Colomer, jefe de su regimiento y única persona que intervino en el acto, ha recordado que Soria Toledo murió en “una desgraciada acción de las que él contribuía a impedir”. El coronel le describió como un soldado “extravertido” y “entusiasta”, “tremendamente querido por sus compañeros”.

El soldado malagueño se alistó al Ejército en 2004 y ese año fue adscrito al grupo logístico de Cerro Muriano. En 2008, pasó al regimiento de infantería mecanizada de la base militar cordobesa. En el momento de fallecer cumplía su segunda misión en Líbano. “El cabo Soria estaba en su puesto, en la garita de vigilancia de la Blue Line cuando fue alcanzado”, ha recordado Colomer.

La ceremonia se inició con el traslado del féretro a hombros de sus compañeros hasta el túmulo situado en el hangar de la base, mientras la banda de música interpretaba la marcha fúnebre. Uno de los momentos más emotivos llegó cuando los militares cordobeses entonaron la canción La muerte no es el final, himno castrense que se interpreta en las ceremonias fúnebres de los caídos.

Antes de finalizar el acto, que ha estado presidido por el ministro Morenés, quien ha eludido hacer declaraciones, Colomer ha entregado a la viuda del cabo la condecoración, la boina y la bandera nacional que cubría el féretro.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, había confirmado su asistencia, pero a última hora fue sustituida por el vicepresidente del Gobierno andaluz Manuel Jiménez Barrios por “un fuerte catarro”, según la excusó. También han asistido la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el consejero de Justicia, Emilio Llera, y los alcaldes de Córdoba, Málaga y Obejo (Córdoba), municipio donde se sitúa parte de la base de Cerro Muriano, entre otras autoridades militares.

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