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En papel y en valenciano, un milagro impreso

Entre la fe y la identidad nacional y cultural, la revista Saó celebra 400 números y casi 40 años de periodismo "incómodo"

Josep Antoni Comes, en el centro, con los participantes en la mesa redonda sobre la revista 'Saó'.
Josep Antoni Comes, en el centro, con los participantes en la mesa redonda sobre la revista 'Saó'.

La decana de las publicaciones en valenciano nació en el año 76, impulsada por un grupo de cristianos de base, "sin dinero, sin local, sin imprenta, sin nada", recordaba su alma mater, el sacerdote Josep Antoni Comes este miércoles en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València. Saó sigue en la brecha, casi 40 años y 400 números después, cuatro centenares de ediciones en papel, como dejaron patente en la celebración oficial del aniversario de lo que calificaron en varias ocasiones de "milagro". En especial, Antonio Ariño, vicerrector de Cultura, que ha subrayado la intervención de Comes sobre el nacimiento de la revista con una frase: "El entusiasmo y la inexperiencia hacen milagros".

Estudiaba el padre Comes periodismo en Madrid cuando otro periodista, corresponsal de La Vanguardia en la capital del reino le planteó "la urgencia" de una revista en valenciano. Según este colega, Josep María Soriano, la publicación tendría dos objetivos: Potenciar las actitudes renovadoras que surgían en las parroquias del País Valenciano y animar las conciencias de pueblo diferencial que surgían en las comarcas.

El cantautor Pau Alabajos en el acto del aniversario de 'Saó'.
El cantautor Pau Alabajos en el acto del aniversario de 'Saó'.

Así nació una revista de "información cristiana, eclesial, pero no eclesiástica", al mismo tiempo "comprometida con los problemas específicos del País Valenciano, sin estar al servicio de  ningún partido", ha recordado el sacerdote fundador, apuntando los principios fundacionales a los que se han mantenido fiel hasta el día de hoy y, que han subrayado los participantes en el acto, son la clave de su subsistencia.

Han recordado que Joan Fuster dijo a los miembros eclesiásticos de su equipo fundador: "Si fuera por mí, no habría curas, pero si los ha de haber, que sean como vosotros".  El ilustre escritor de Sueca formaba parte de esa "intelectualidad agnóstica" que entró "en una revista de capellanes"  y ha pasado a ser parte sustancial de la revista. Lo ha recordado el periodista Francesc Martínez, autor de la primera tesis doctoral sobre Saó."Para los nacionalistas agnósticos", como Fuster, Vicent Ventura, Joan Francesc Mira u otros muchos, "escribir en Saó era hacer País", ha añadido.

Martínez ha repasado en el acto la historia de la publicación y ha hecho recuento de los distintos sectores, cristianos y no cristianos, que han alimentado su historia y que explican, dada su heterogeneidad, otra de las claves de su pervivencia, garantizada por otra parte hasta el verano próximo, según su actual director, Vicent Boscà, por las suscripciones. Luego, ya se verá. 

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"Hemos tenido que luchar contra la realidad oficial, la del Diari Oficial de la Comunitat Valenciana", ha dicho Boscà, para quien la fidelidad a los principios fundacionales ha sido "incómoda para unos y otros, para el poder". Con cierta ironía ha apuntado que "no se ha entendido la labor de la revista ni en el Palau de la Generalitat ni en el arzobispal", dado que Saó "siempre ha dicho la suya".  El director ha señalado otro elemento de suprevivencia, las prácticas asamblearias de su equipo, a la hora de marcar la línea editorial o seleccionar temas.

Francesc Martínez ha calificado de "hito histórico" la trayectoria ininterrumpida de Saó en estos casi 40 años, "con muchas dificultades y contra pronóstico".  El cantautor Pau Alabajos ha recordado que otros medios en valenciano, y en especial Canal 9, han aparecido y desaparecido mientras la modesta revista de capellanes innovadores e intelectuales agnósticos seguía su camino sin apartarse de sus principios. El público que llenaba el Aula Magna, formado por representantes plurales del mundo de la cultura, de la política, de la sociedad valenciana han aplaudido un pequeño recital que ha arrancado con la climática València 9 d'Octubre.

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