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La línea roja contra la corrupción de Fabra acaba con Helga Schmidt

Cultura rescinde el contrato de la intendente de Les Arts y nombra a Davide Livermore

La consejera de Cultura, María José Català, este viernes.
La consejera de Cultura, María José Català, este viernes.JOSÉ JORDÁN

Tras meses de tensiones en busca de una solución pactada, el Consell acordó ayer rescindir “unilateralmente” el contrato existente con la intendente del Palau de les Arts de Valencia, Helga Schmidt. Tras el escándalo del pasado martes —día en el que el juez ordenó el registro policial del Palau de les Arts e imputó por presunta malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental a la intendente de la Ópera, Helga Schmidt, y al exgerente Ernesto Moreno—, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, materializó ayer la aplicación de su línea roja contra la corrupción. Es decir, ningún imputado por causas relacionadas con la corrupción puede formar parte de la Administración valenciana.

La consejera de Cultura y portavoz del Consell, María José Català, anunció que ya había comunicado a Schmidt que el lunes se rescindirá su contrato y que la decisión es que Davide Livermore, actual director del Centre de Perfeccionament Plàcido Domingo del Palau de les Arts, será quien ocupe el cargo de intendente.

Schmidt recibirá una indemnización por la rescisión de su contrato que, según Català, será de unos “siete días por año trabajado”. “Se le pagará lo que le corresponda”, remachó la portavoz. La todavía intendente de Les Arts cobraba hasta el año 2012 un total de 156.864 euros al año de salario, aunque a partir de ese ejercicio el Consell renegoció el contrato y el salario se le redujo hasta los 67.615 euros más las indemnizaciones. La Consejería de Cultura indicó que Abogacía de la Generalitat elaborará un informe para determinar con exactitud la indemnización que le corresponde a Schmidt.

La portavoz admitió que la salida de la intendente del Palau de les Arts se había retrasado porque el verano pasado anunció su disposición a retirarse voluntariamente. Una renuncia que hubiese permitido al Consell no tener que pagarle una indemnización. “Ahora hemos rescindido unilateralmente el contrato, porque si ella hubiese querido dimitir hubiese dimitido”, explicó Català, que admitió que el elemento que ha acelerado su despido ha sido la imputación.

El sustituto de Schmidt será Livermore, que desde enero de 2013 dirige el Centre de Perfeccionament Plàcido Domingo. Cultura prevé formalizar con el nuevo intendente un contrato similar al que hizo con el director del IVAM, es decir, con un salario de 67.615 euros anuales más dietas por un periodo de cuatro años. El reto de Davide Livermore, un cantante de ópera nacido en Turín que desde 1999 se dedica a la dirección de escena, es recuperar la estabilidad del Palau de les Arts que, desde el expediente de regulación de empleo de 2013 ha estado sometido a constantes vaivenes y sobresaltos.

En la temporada 2012-2013 del Palau de les Arts ya realizó la puesta en escena de La Bohème dirigida musicalmente por Riccardo Chailly y la de Otello dirigida por Zubin Mehta. En la actual temporada 2014-2015, Livermore esta al frente de la dirección escénica de la producción Norma de Bellini.

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La consejera de Cultura insistió ayer en defenderse de las críticas por haber actuado tarde y mal en la resolución de la crisis del Palau de les Arts. Català, que aseguró desconocer por qué no se investigaron las denuncias de un extrabajador en 2008, aseguró que ella tuvo conocimiento de este escrito el 20 de mayo de 2013 y que en tan solo diez días logró que la Intervención de la Generalitat se pusiese en marcha para hacer un informe. “Esquerra Unida miente cuando dice que yo conocía los hechos delictivos. Es mentira”, remachó la portavoz.

La diputada de Esquerra Unida en las Cortes Esther López Barceló replicó que “hablar de una acción rápida y contundente en el Palau de les Arts es un chiste de mal gusto, sobre todo después de los años en los que varios consejeros y secretarios autonómicos del PP conocieron el contenido” de la denuncia sobre las supuestas irregularidades. “Que Catalá nos diga que mentimos es un acto de desesperación”.

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