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Los ultras expulsados de Tetuán okupan ahora una finca en Chamberí

El grupo Hogar Social Ramiro Ledesma lleva instalado desde diciembre en la antigua sede del Ministerio de Trabajo

El grupo ultraderechista que fue desalojado en septiembre de un edificio en Tetuán, okupa desde hace un mes una finca situada en el número 41 de la calle Bretón de los Herreros, antigua sede del Ministerio de Trabajo. Así lo ha informado en un comunicado la Asamblea Vecinal Chamberí, que reclaman que los ultras desocupen la finca y cesen sus actividades “discriminatorias”.

El autodenominado Hogar Social Ramiro Ledesma, gestionado por personas de ideología de extrema derecha, aseguró en septiembre, tras su desalojo de la calle Juan de Olías, en el distrito de Tetuán, que buscaría otro edificio para continuar sus actividades. El 22 de diciembre los ultras habían publicado un vídeo en la plataforma Wouzo, anunciando que habían okupado "un edificio ministerial para evidenciar el despilfarro del Estado".

Un juzgado de Madrid había dictado en septiembre una orden de desalojo del edificio de Tetuán, después de que la policía presentara un informe en el que argumentaba la necesidad de sacar a los okupas debido a los incidentes ocurridos entre sus inquilinos y grupos de ultraizquierda vinculados a la casa okupa La Enredadera, ubicada a unos seiscientos metros.La agrupación neonazi tiene un perfil en las redes sociales en el que figura el número 41 de la calle Bretón de los Herreros como su dirección, que según dicen "inauguraron" el pasado 21 de diciembre.En este perfil, los okupas exhiben fotos de las actividades que mantienen, como la de reparto de comida semanal, que causó polémica el pasado año porque daba prioridad a ciudadanos de nacionalidad española.

La Asamblea Vecinal Chamberí en Lucha ha convocado una manifestación para este sábado contra el racismo y la amenaza neonazi del grupo Hogar Social Ramiro Ledesma. La manifestación comenzará a las 18.30 en la estación de metro de Quevedo. Los convocantes llaman a desalojar a los ultras "para evitar que se reproduzcan episodios de violencia que ponen en riesgo la seguridad de los vecinos, como los que se produjeron el pasado mes de diciembre, para impedir que los violentos encuentren refugio en nuestras calles o en cualquier calle de Madrid".

El grupo de vecinos aclara que no condena la okupación de un espacio vacío para uso social, "acción enriquecedora en la vida de las comunidades", sino "el mensaje oculto que difunden los neonazis bajo la amable apariencia de movimiento social, tratando de promover asistencialismo discriminatorio aprovechándose de familias españolas golpeadas por la crisis para difundir un proyecto político xenófobo, homófobo y racista".

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