El líder del PSOE asume una nueva financiación autonómica

En un gesto de apoyo a Ximo Puig, secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la Generalitat, que en su intervención había reclamado "un Gobierno socialista sensible con la realidad de la Comunidad Valenciana", el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró ayer: “Tú y yo firmaremos un nuevo sistema de financiación autonómica que beneficie de una vez por todas a la Comunidad Valenciana”. No fue la única declaración de apoyo a los socialistas valencianos, aunque sí la más significativa, en un acto celebrado en el Palau de la Música de Valencia para presentar a Joan Calabuig como candidato a la alcaldía.

Sánchez aludió explícitamente, por ejemplo, al recurso de inconstitucionalidad que el PSOE ha presentado contra la indemnización de 1.500 millones de euros pagada por el Gobierno a la empresa que puso en marcha el depósito submarino de gas Castor, ubicado frente a la costa de Vinaròs, por su cierre tras los seísmos que provocaba. Pero, sobre todo, conectó con las referencias que el candidato a la alcaldía y el aspirante a la presidencia de la Generalitat hicieron a la corrupción. El líder del PSOE, que dijo que Mariano Rajoy es “el presidente del fraude”, en alusión al caso Gürtel, lanzó un “¡basta ya!” ante casos como los que afectan a Francisco Camps, Carlos Fabra, Juan Cotino o Sonia Castedo. Y se refirió, incluso, al bolso de Vuitton que Rita Barberá recibió como regalo de la trama.

Todos los oradores (también Pilar Bernabé y Sandra Gómez, que hicieron de presentadoras) pronunciaron en algún momento el nombre de la alcaldesa de Valencia, excepto el candidato a ocupar su puesto. Calabuig habló de una Valencia “de inmensas potencialidades” que ha visto manchada su imagen por la corrupción y en la que se dan niveles de pobreza y de exclusión social inadmisibles. “Recuperar la reputación” de la ciudad fue el compromiso del candidato, que planteó “un proyecto para todos los valencianos, que no va contra nadie, que respeta todos los entimientos”. Calabuig señaló: “No aceptaremos a los que nos quieren dividir, a los que nos quieren enfrentar entre cristianos, musulmanes, judíos o no creyentes, los que nacieron aquí y los que vinieron aquí a trabajar cruzando océanos o saltando alambradas, una supuesta casta contra el pueblo, catalanistas o anticatalanistas...”. La nómina de entidades invitadas al acto incluía a la ONCE y a la Intersindical Valenciana, a Acció Cultural del País Valencià o a Lo Rat Penat, en cuyo nombre asistió el presidente, Enric Esteve. Varios asistentes levantaban carteles en árabe. “Te saludamos, Pedro”, decía uno de ellos.

Calabuig apeló a los barrios y “al orgullo de ser valencianos”,, prometió que “el gobierno municipal actuará desde el primer día para que ninguna familia sea desahuciada” y propuso una “transición energética, con ahorro energético, fuentes renovables, reducción de la contaminación, edificios sostenibles e inteligentes, reducción de tráfico, estímulos a los coches eléctricos, incremento de las zonas peatonales y del uso de la bicicleta”. Formuló, en concreto, la promesa de que “el curso próximo volverán las primeras escoletes de la red pública municipal para construir la igualdad desde los primeros años de vida”.

Puig recogió esa iniciativa y anunció que, si es presidente, pondrá en marcha “un plan a cuatro años para que 5.000 niños tengan escuela infantil pública y gratuita”. Criticó que solo un 1% de los niños encuentran plazas públicas ahora en ese nivel. Puig citó los casos Emarsa y Nóos, así como el de la Fórmula 1, y arremetió contra Barberá: “Si Urdangarín hubiera pedido más, Barberá se lo hubiera dado, porque hemos estado sometidos a quien ha interpuesto su foto a los intereses generales”. El secretario general del PSPV-PSOE dijo que los socialistas “se han dejado la piel” en la lucha contra la corrupción y rindió homenaje por ello a su predecesor, Jorge Alarte, presente en un acto en el que la Unión Musical Socialista interpretó varias composiciones.