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El cierre de zonas de marisqueo en Arousa lleva al paro a 3.000 personas

El sector, formado por autónomos, negocia con Mar una prestación de desempleo La consellería promete medidas de regeneración antes de octubre

Mariscadores en la ría de Arousa.
Mariscadores en la ría de Arousa.

El paro biológico acordado por la Consellería do Mar ante la elevada mortandad de moluscos en los bancos de libre marisqueo de las zonas del norte y sur de la ría de Arousa fue recibido ayer con resignación por el sector, que ya esperaba esta medida como “obligada porque no hay nada que mariscar”. Los trabajadores califican el problema de “calamitoso”, agravado en el último año y con unas repercusiones económicas que todavía se están evaluando.

Las cofradías afectadas por el cierre de Os Lombos de Carril, en la desembocadura del río Ulla, Bohído y Cabío se proponen ahora garantizar el subsidio durante al menos dos meses a los mariscadores perjudicados, cuyo número puede superar con mucho los 3.000 en la ría de Arousa, teniendo en cuenta que el censo total en Galicia es de 12.000, según adelantaron fuentes del sector.

Esta prestación que se tramita a través del Instituto Social de la Marina, equivalente al salario mínimo interprofesional para estos autónomos, estaría condicionada a la posibilidad de trabajar con otras especies o modalidades de explotación como las concesiones de almeja de la cofradías a partir del mes de mayo, siempre y cuando se garanticen las tallas óptimas para su comercialización.

Los portavoces del sector que el miércoles se reunieron con el secretario general de Mar, Juan Maneiro, y la directora general de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez, para comunicarles el paro biológico avalado por estudios de los técnicos de la Xunta han solicitado a la consellería el listado de mariscadores afectados para agilizar los trámites del subsidio y confían en que la Administración pueda resolver la situación en los próximos días.

El patrón mayor de Carril, José Luis Villanueva, valoró ayer la reunión como “una muerte anunciada” porque cree que no se han tomado las medidas necesarias a tiempo para frenar la mortandad de especies de la que ya habían alertado los mariscadores hace tiempo: “Estamos ante un estado de caos que no se había producido antes, y yo llevo toda mi vida en esto, y lo único que pedimos es que la Administración busque soluciones a una situación excepcional y ahora que aborde esta contingencia de paro que se avecina”.

Además de la desaparición del berberecho y la elevada mortandad de almeja, el sector ve en el furtivismo el otro problema de fondo que tiene que atajar cuanto antes la consellería. “Estamos desarmados y en fuera de juego porque los servicios de guardacostas son costosísimos e inoperantes y los bancos no soportan más esta presión, que es una de las causas de que hoy estén agotados y que no haya marisco que se recupere. Unos y otros nos castigan a ir al paro”, afirma Villanueva.

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El cierre de los bancos marisqueros sería de ocho meses —hasta el inicio de la próxima campaña en octubre— para recuperar las poblaciones de berberecho común, diezmadas por la incidencia de un parásito de la familia de la Marteilia, y de almeja, afectada por las riadas del pasado año. Mar admite que existen “causas técnicas objetivas de fuerza mayor” para cerrar de estas zonas, aunque no ha aportado los datos científicos que maneja.

En la reunión con el sector, las cofradías solicitaron a los responsables de la consellería medidas de recuperación de las zonas de marisqueo, como rebajar la arena de los lombos para que sean más compactas y resistentes a las riadas, además de sanear las que acumulan el molusco muerto. Otro asunto vital para las cofradías es el control de vertidos en la ría. “Esperamos una respuesta a todo esto y que nos vayan informando puntualmente de las medidas que dice ha puesto en marcha la Administración. La gente está muy desesperada y queremos tener otra sensación que no sea la de que se avecinan unas elecciones, sino la de que hay un interés real por tener unas rías sanas”, apunta el patrón de Carril.

Respecto a las medidas de futuro para frenar la perdida de poblaciones de moluscos, la Xunta informó de que está diseñando una actuación en varias fases cuyo primer paso es elaborar un estudio sobre las condiciones ambientales de las distintas zonas de marisqueo y fórmulas para la recuperación de las especies afectadas. Una vez rematada esta primera fase, la consellería adelantó su intención de convocar al sector para consensuar las distintas actuaciones que propongan los técnicos y acometerlas antes del inicio de la próxima campaña de libre marisqueo en octubre próximo.

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