_
_
_
_
_

Una mujer canaria busca en Ferrol el bebé que perdió en 1971

Le dijeron que había muerto pero ni vio el cadáver ni le dieron certificado de defunción

“Era un bebé muy querido, de un hombre del que estaba muy enamorada. Me dijeron que lo mejor era que hubiese muerto porque tendría problemas. No lo creí del todo y me quedó un enorme vacío”. María del Carmen Báez tenía 19 años cuando parió a su primer hijo en el sanatorio de El Carmen, en Ferrol, en enero de 1971. Era una joven bailarina canaria sin apenas familia, lejos de casa y embarazada de un cantante de orquesta casado. “Era la candidata ideal para que me lo quitasen”, cuenta por teléfono desde Las Palmas, donde vive y trabaja como cocinera del Ejército del Aire y cuida de cinco hijos.

Cuenta que el médico —al que cita con nombres y apellidos— la sedó durante el parto. 44 años después, Báez pelea en los tribunales para averiguar si un hombre ferrolano nacido el 11 de enero de 1971 y criado por un matrimonio bien relacionado de la ciudad naval es, como sospecha, el bebé que cree que le robaron. El interesado aún no ha accedido a someterse a las pruebas de ADN. En 2013, convencida de que ella había sido una víctima más de la siniestra trama de robo de bebés en España, interpuso una primera denuncia ante la Guardia Civil. Fue sobreseída pero SOS Bebés Robados logró que se revocase el archivo y se iniciasen nuevas diligencias para esclarecer los hechos, explica Marcos San Luis, el letrado de Báez.

Una antigua compañera de piso de Báez, Antonia de la Cruz, la mujer que la visitó en el sanatorio, declaró ayer ante el Juzgado número 2 de Ferrol. Corroboró que su amiga alumbró a un varón grande y vital que contradice la versión oficial, explica el abogado ferrolano. Pocas horas después, todavía debilitada por la pérdida de sangre, los doctores le dijeron a Carmen que su hijo estaba muerto y enterrado. No vio el cadáver, no hubo tumba ni certificado de defunción.

El hombre que podría ser su hijo también estaba citado para declarar ayer, pero no se presentó, dice San Luis, que intentará una nueva citación, además de recabar el historial sanitario de su cliente. Ella misma lo reclamó estas Navidades en el hospital general de Caranza, pero se volvió a Gran Canaria con las manos vacías. “Es muy raro. Yo parí a tres hijos en el sanatorio del El Carmen [el que le dijeron que falleció y dos más del mismo padre] y en las partidas pone que nacieron en tres sitios distintos pero mi expediente no está”, se extraña.

Carmen y el vecino de Ferrol al que cree su hijo porque “todo coincide absolutamente”, dice muy convencida, estuvieron en contacto un tiempo a través del teléfono y las redes sociales. Llegaron a citarse en varias ocasiones para a conocerse pero el encuentro se fustró porque el hombre se echó a atrás y cortó la comunicación. “Él ya tiene mi perfil genético así que puede saber muy fácil si yo soy su madre”, asegura. “Lo que quiero es salir de dudas. Saber si es él, si mi primer hijo vivió y quienes fueron los responsables de todo esto”, termina.

A Carmen Báez la respalda Estrella Vázquez, la presidenta de SOS Bebés Robados en Galicia. La entidad suma unos 300 casos en la comunidad, 12 de ellos en investigación “y esta semana nos contaron otros tres más”, dice Vázquez, desbordada por el drama que acarrean tantas vidas supuestamente robadas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_