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El PP de Orihuela planta a Bonig y da un paso más hacia la ruptura

De 75 miembros del comité local, solo 15 acuden a la llamada de la coordinadora regional.

Solo 15 de los 75 miembros de la ejecutiva local del Partido Popular de Orihuela acudieron ayer a la llamada de la coordinadora general del PP en la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig. La dirigente desembarcó junto a un nutrido grupo del PP alicantino encabezado por su secretario provincial, José Juan Zaplana, para poner en orden una formación que, si antes estaba desunida, ayer dio un paso más hacia la ruptura total pese a los intentos de dar normalidad a la reunión.

La segunda agrupación popular de la provincia alicantina en número de militantes tiene actualmente dos presidentes interinos tras la expulsión del cargo y del partido de Pepa Ferrando. El plantón de ayer fue una nueva demostración de fuerza de los afines a Ferrando después de que la semana pasada rechazaran al secretario local, Dámaso Aparicio, como presidente interino. Aparicio, designado por el PPCV para la interinidad del cargo tuvo que ver como el comité local de su agrupación elegía a José Francisco Pérez en una ejecutiva que Valencia y Alicante calificaron de ilegal.

En este clima de tensión acudió Bonig a una reunión convocada por Aparicio el pasado 7 de enero y que fue desconvocada ayer por Pérez horas antes de que la dirigente llegara a Orihuela. Según un comunicado de Pérez, “las tres quintas partes de la ejecutiva manifiestan su total desacuerdo con el proceder de algunos de sus miembros, así como con algunos dirigentes provinciales y regionales de este partido”. El escrito añade además una defensa de su expresidenta, cuyo expediente de expulsión “no se ha ajustado a la más estricta legalidad, vulnerando su derecho a tener una defensa justa”.

Bonig, a quien Pérez le comunicó personalmente que no admitía como presidente la reunión, se marchó posteriormente sin hacer declaraciones. Antes comunicó a los militantes que ni Valencia ni Alicante reconocen el comité local creado paralelamente bajo el auspicio entre otras de Ferrando y Mónica Lorente, exalcaldesa oriolana. El mensaje también fue claro: a quien no le guste que se aguante o que se marche.

El PPCV expulsó a Ferrando por arremeter contra la dirección provincial el pasado 23 de diciembre a la que acusó de coacciones y de no haberla respaldado o respetado “jamás”. Según Ferrando, Juan José Zaplana obligó al grupo municipal popular a votar a favor de una moción para que ningún partido incluya imputados en sus listas electorales. El problema era claro: seis de los 12 concejales populares en el Consistorio oriolano están imputados en distintas causas judiciales, Ferrando y Lorente entre ellos.

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