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La Alhambra acusa de “extorsión” al Ayuntamiento de Granada

El Consistorio pide parte de los ingresos del conjunto, que ha batido el récord de visitas

Un grupo de turistas fotografía la Alhambra.
Un grupo de turistas fotografía la Alhambra.m. zarza

La Alhambra sigue siendo el principal reclamo turístico de Granada. Eso y mucho más. No es posible entender la una sin la otra, pero la relación no es tan idílica en el plano político. Desde hace años, la confrontación salpica a la fortaleza nazarí. La ciudad le reclama parte de sus arcas; algo que la Alhambra considera “una extorsión en toda regla”.

La directora del patronato que rige el conjunto, María del Mar Villafranca, ha censurado al PP y al alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, por “atacar” al monumento cada vez que se aproximan unas elecciones, en este caso las municipales convocadas para el 24 de mayo. Mientras que el alcalde, por su parte, ha tildado en diciembre de “enemigos” de la ciudad al patronato y a la Junta de Andalucía, de la que depende, por negarse a invertir el dinero que recaudan en el barrio histórico del Albaicín, con el que la Alhambra comparte la declaración de Patrimonio Mundial otorgada por la Unesco.

  • En 2014 visitaron la Alhambra 2.402.473 personas, un 3,78% más que en 2013.
  • El día de mayor ocupación fue el 1 de mayo con 9.329 entradas y el más flojo, el 11 de diciembre con 2.212.
  • El total de visitas al conjunto monumental, sumando exposiciones y otras actividades culturales, ha sido de 3.113.485.
  • El turismo extranjero representa el 68,08% del total de los visitantes.
  • 1.770.260 visitantes de la Alhambra han pernoctado en la capital granadina.

La Alhambra, con 2.402.473 viajeros en 2014, ha vuelto a batir su récord de visitas y el Ayuntamiento quiere un trozo de la tarta. En 2013 —último datos de los que se dispone actualmente— se ingresó por taquilla 27 millones de euros. Pero, a pesar de las desavenencias, la ciudad y la fortaleza nazarí están condenadas a entenderse. “Cuando haya una idea seria de gestión conjunta en el Albaicín, nos sentaremos”, ha asegurado Villafranca.

La polémica no es nueva, hace más de un año que Torres Hurtado ha lanzado esa idea: destinar a la ciudad dos euros de cada entrada [los precios para acceder a las distintas partes del recinto oscilan entre los 7 y los 25 euros]. Desde entonces se ha topado con la negativa del patronato, cuya dirección asegura que “legalmente no es posible”. Ha dado un paso más y ha dicho que para pedir primero hay que dar. María del Mar Villafranca ha invitado al regidor granadino a que indique “qué dinero ha puesto él en la Alhambra durante sus 12 años de gobierno”.

La bronca a cuenta del monumento se centra ahora en la rehabilitación del Albaicín, pero el enfrentamiento ha tenido otros episodios coincidiendo con periodos preelectorales. Uno de los últimos, en mayo de 2011, fue una propuesta del PP para comunicar el paseo de los Tristes con la Alhambra mediante túneles y un ascensor. Tuvo poco recorrido, ya que una comisión de expertos acabó tumbando el proyecto. En 1999 se planteó, sin éxito, la conexión entre el conjunto palaciego y la ciudad a través de un funicular.

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El paso rodado por la Cuesta de Gomérez, que une la Alhambra con el centro histórico de Granada, ha sido también motivo de disputa, puesto que, según el Ayuntamiento, gran parte de los viajeros se marcha sin visitar la ciudad.

La Alhambra, que ha hecho público el balance de actividad de 2014, asegura que 1.770.260 turistas pernoctaron en 2014 en la capital, donde en los últimos años han aumentado las estancias individuales y se han reducido las de grupos.

La convivencia entre la Alhambra y la ciudad está lejos de ser pacífica. “La Alhambra se siente extorsionada cada vez que vienen unas elecciones y encuentran una polémica con la que atacar”, ha censurado la directora del patronato. Algunas veces, pocas, han comparecido juntos, pero la relación del que es el primer reclamo turístico de la ciudad con sus dirigentes no es lo fluida que pudiera parecer. Desde el municipio se acusa al patronato de “no querer a Granada y obedecer ciegamente a Sevilla”, en una línea de confrontación política que, a la vista de los resultados, ha sido satisfactoria para el regidor, que lleva en el cargo tres mandatos consecutivos.

Alhambra y Albaicín han cumplido 20 y 30 años, respectivamente, desde que fueron declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. Y coincidiendo con estas efemérides, la ciudad ha vuelto a reclamar el dinero para la gestión del barrio morisco. Una única declaración engloba a dos enclaves diferentes, cuyo impacto ha sido distinto como lo es también su gestión y dirección.

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