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El protocolo contra la contaminación no consigue reducir el tráfico

Barcelona y su área metropolitana sufre su octavo episodio de alta polución desde principios de 2011

Neblina de contaminación cubre Barcelona, ayer.
Neblina de contaminación cubre Barcelona, ayer. Carles ribas

El protocolo activado por la Generalitat debido a los altos niveles de óxidos de nitrógeno en la atmósfera, próximos al nivel máximo fijado por la Unión Europea, se topó ayer con el máximo responsable de la contaminación del aire: el uso del vehículo privado. El Gobierno catalán recomienda realizar solo los desplazamientos necesarios, y en caso de tener que hacerlos, aconseja dejar los coches y utilizar el transporte público. A falta de datos oficiales, fuentes de la Generalitat aseguraron ayer que la circulación en Barcelona y 39 municipios de su área metropolitana fue similar al del resto de días laborables.

Además de recomendaciones para tratar de reducir el tráfico mientras dure este episodio, el octavo en los últimos cuatro años, el Gobierno catalán limita a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima en la vías rápidas del área metropolitana. Pero como informaron ayer desde el Servicio Catalán de Tráfico, en las autovías y autopistas en las que no está implementada la velocidad máxima variable, el límite de 90 kilometros por hora es una recomendación, ya que los radares de control no se puede variar.

La Generalitat aún no ha aprobado medidas estrictas para restringir el volumen los más de 6.000 coches por kilómetro cuadrado que circulan por Barcelona. El nuevo plan para la mejora de la calidad del aire, aprobado en septiembre de 2014, contempla incentivos para fomentar el uso del transporte público. El nuevo texto reducirá el 50% el precio del transporte público y encarecerá el 25% la tarifa de aparcamientos municipales y de los peajes que dan acceso al área metropolitana en los episodios de alta contaminación. Esta medida se implementará a lo largo de este año o el próximo con la tarjeta T-Movilidad.

Con este plan, el Ejecutivo catalán trataba de frenar el procedimiento sancionador que la Comisión Europea ha abierto por los constantes incumplimientos de los límites de contaminación en el área de Barcelona. Desde Bruselas rechazaron el nuevo texto en octubre. En su dictamen, paso previo a llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE, la autoridades europeas aseguraban que “no se está protegiendo a los ciudadanos de la contaminación”.

La Generalitat dio también una serie de recomendaciones de “autoprotección” para la ciudadanía para evitar los efectos de la contáminación: permanecer el mínimo tiempo posible y no hacer actividades físicas en espacios al aire libre. Unos consejos especialmente dirigidos a personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, niños y ancianos. Pero Enseñanza no envió ninguna circular a los colegios para evitar que los escolares realizaran ejercicio en las escuelas. “Son recomendaciones, y no es lo mismo el patio de un colegio que una calle con tráfico denso”, dijo una portavoz del departamento.

La oposición y grupos ecologistas cargaron ayer contra el protocolo de contaminación. Desde ICV pidieron que el transporte público sea gratuito los días de polución. Mientras que Ecologistas en Acción tildaron el protocolo de “operación de maquillaje” para eludir su responsabilidad por el “incumplimiento sistemático” de los límites de contaminación fijados por la UE.

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