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Antonio Muñoz Molina viaja al centro de su imaginario

El escritor defiende la libertad de expresión al presentar su última novela en su Úbeda natal

Antonio Muñoz Molina, este miércoles en Úbeda.
Antonio Muñoz Molina, este miércoles en Úbeda.J. M. Pedrosa (efe)

“Este es el centro de mi imaginación”. El escritor y académico Antonio Muñoz Molina se ha reencontrado nuevamente con su niñez y su adolescencia, en las que se forjaron muchos retazos de vida que más adelante alumbraron algunas de sus novelas más importantes. En pleno barrio de San Lorenzo, en Úbeda (Jaén), el premio Príncipe de Asturias presentó la noche del miércoles su última novela, Como la sombra se va (Seix Barral, 2014) entre el cariño y el fervor más incondicional de sus paisanos.

“Es una indagación sobre dos cosas: por una parte, sobre un criminal, un asesinato y una tragedia política americana que nos toca muy de cerca y, por otra parte, una reflexión sobre el oficio de la literatura y sobre cómo en mi propia vida se ha desarrollado ese oficio”, declaró el escritor ubetense antes de presentar su novela en la iglesia de San Lorenzo, reconvertida en foco cultural de la ciudad Patrimonio Mundial tras la cesión del Obispado a una fundación cultural con la que también se implicó el propio Muñoz Molina. En Como la sombra se va, que recrea la vida del asesino de Martín Luther King, Muñoz Molina vuelve también a Lisboa, ciudad donde el escritor alcanzó su consagración literaria con El invierno en Lisboa (Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Literatura).

El regreso a sus orígenes del también autor de El jinete polaco coincidió con el brutal atentado contra un semanario francés. “La libertad de expresión es sagrada y no se pueden admitir atentados contra ella. Sin el ejercicio de la plena libertad de expresión no hay democracia”, manifestó Muñoz Molina para solidarizarse con las víctimas del atentado de París.

Antes de la presentación de su novela, Muñoz Molina fue homenajeado por los artesanos de Úbeda. En la fachada de la casa familiar donde vivió buena parte de su niñez fue descubierta una placa en reconocimiento al ubetense más ilustre. En ella se lee un párrafo de Viento de la luna, otra de sus novelas: “En nuestra plaza las puertas solo se cierran a la caída de la noche, y en verano, mucho más tarde...Y el barrio se queda desierto y en silencio”. Los artesanos Paco y Pablo Tito, promotores de este homenaje en el que el barro se fusionó con el moldeado de las palabras, señalaron que “Muñoz Molina ha plasmado con destreza la historia de lo cotidiano en el devenir de nuestra ciudad, hermanando con ello barro y memoria".

Desde la Fundación Huerta de San Antonio, que gestiona la iglesia de San Lorenzo, se ha anunciado que en este año se editará el libro La puerta de la infamia, una recopilación de las 21 crónicas que Muñoz Molina escribió para EL PAÍS con motivo del juicio de los GAL y el caso Marey. El escritor ha cedido todos los derechos a esa fundación para que siga recaudando fondos con los que restaurar este templo histórico que ha renacido de sus cenizas después de 80 años cerrado.

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