El fiscal pide cárcel para un neonazi por difundir una agresión racista

El ministerio fiscal solicita una pena de tres años de prisión para un joven neonazi acusado de grabar, con su teléfono móvil cómo un amigo, menor de edad, agredía a un hombre con rasgos asiáticos en el metro de Barcelona. El acusado grabó la agresión con su teléfono móvil y difundió el vídeo por varias redes sociales.

El ministerio fiscal le acusa de un delito contra la integridad moral, otro contra los derechos fundamentales y las libertades públicas en su modalidad de provocación a la discriminación, al odio o a la violencia por motivos xenófobos y racistas, y de una falta de lesiones. Además, la acusación pública, solicita que se le imponga una orden de alejamiento de un kilómetro de la víctima durante tres años y que se le indemnice con 9.000 euros por los "daños morales derivados de la gratuita y brutal agresión, así como por su difusión masiva e indiscriminada a través de las redes sociales en Internet". Se trata de una de las primeras peticiones fiscales contra la persona que filma y difunde una agresión de este tipo.

La fiscalía asegura que el acusado se puso de acuerdo con su hermano, menor de edad, y con otro menor de origen ruso, que serán enjuiciados en el juzgado de menores correspondiente, para agredir y denigrar a inmigrantes. El 28 de junio de 2014, los tres accedieron sobre las 22:35 horas al metro en la plaza Universitat de Barcelona. Tras subirse en la línea 1 iniciaron un trayecto dirección Fondo. A las 22:55 horas, siempre según el escrito de acusación del ministerio fiscal, decidieron “menoscabar la integridad física y denigrar la dignidad de las personas por el simple hecho de ser de origen extranjero y el color de su piel o sus rasgos físicos, guiados tanto por móviles racistas y xenófobos seleccionaron a un pasajero al ver sus rasgos asiáticos”. La víctima elegida era un joven, nacido en Mongolia, que estaba sentado en uno de los asientos del vagón. El menor de origen ruso, presuntamente, se colocó delante de la víctima seleccionada y empezó a increparle: “Qué te pasa a ti, chino”. Acto seguido, le exigió que abandonase el vagón, mientras que el acusado y su hermano se situaron al lado para filmar con el móvil los hechos, intimidar a la víctima y “jactarse y reírse de los actos vejatorios”. El menor que se enfrentó a la víctima comenzó a golpearle “propinándole puñetazos en todas las partes del cuerpo, sobretodo la cara” hasta que otros usuarios del metro intervinieron en la pelea.

El acusado, Jaume, que, según fiscalía, “profesa una ideología nacional socialista”, tituló el vídeo Pegando a chino, pixeló al agresor y colgó la filmación en diversas redes sociales con el objetivo de “propagar y multiplicar de forma indiscriminada” los hechos.

El vídeo llegó a manos de los Mossos d'Esquadra los cuales iniciaron una investigación. Gracias a la movilización ciudadana a través de las redes sociales los agentes localizaron al menor autor de las agresiones en cuestión de horas y el juez decretó su ingreso en un centro de menores. La investigación también permitió localizar al autor de la grabación y constató su ideología de carácter nazi. Según la acusación pública, el imputado utilizaba simbología nazi en sus redes sociales donde en varias ocasiones exaltaba la violencia contra “judíos, gitanos, comunistas, homosexuales, inmigrantes y personas afrodescendientes”, además de defender la “supremacía de la raza aria”. Será juzgado en los próximos meses.