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Euskadi elimina la discriminación fiscal en vivienda para los divorciados

Las tres Juntas Generales aprobarán las medidas complementarias del IRPF

Pedro Gorospe
Punto para hacer la declaración de la renta en Bizkaia durante la campaña tributaria de 2014.
Punto para hacer la declaración de la renta en Bizkaia durante la campaña tributaria de 2014. FERNADO DOMINGO-ALDAMA

Las asociaciones vascas de madres y padres separados están a punto de lograr uno de sus objetivos. Sus gestiones durante el pasado 2014 van a alumbrar una nueva legislación tributaria para corregir los efectos perversos que sobre uno de los cónyuges tenía el actual IRPF.

Las tres diputaciones trabajan ya en las normas complementarias y correctoras a la del IRPF, que modificaran algunos de sus aspectos, como la posibilidad de deducción por reinversión en vivienda a los dos cónyuges, cosa que ahora sólo podía disfrutar el que se quedaba con la vivienda y los hijos. Normas que serán de aplicación, previsiblemente para el ejercicio de 2015. Hasta hora el cónyuge que tenía que marcharse era el más perjudicado.

En el 86% de los casos de divorcio, la custodia de los hijos y el uso de la vivienda se adjudica a las madres hasta que los vástagos se independizan económicamente. En la práctica, eso supone que el 73,5% de los padres y el 4% de las madres debe salir del hogar conyugal, pero eso no les exime, como ha ratificado el Supremo, de seguir pagando la hipoteca, eso si, desde 2011 a partes iguales, independientemente de su renta, al no ser considerado una carga familiar.

Tras una separación, el 37% de los hombres se ve obligado a vivir con padres o familiares; solo el 33,8% se puede permitir vivir en piso compartido y, de acuerdo con los datos de las asociaciones vascas de padres y madres separados, hasta un 22% habilita locales o garajes.

El problema surge al liquidar (vender) el piso conyugal. Quien lo ha estado usando tiene derecho a no pagar nada a Hacienda por esa venta y además puede desgravársela en concepto de reinversión en vivienda habitual. Al cónyuge que se ha tenido que ir de esa casa no se le reconoce ese mismo derecho y, además, debe pagar el impuesto de incremento de valor patrimonial, algo que en algunos casos ha rondado los 28.000 euros.

De hecho, Hacienda había encontrado un filón en esos colectivos ya que considera que el ex cónyuge que no se ha beneficiado de la casa, al venderla, incluso aunque haya tenido que pedir un crédito para pagar la mitad de la hipoteca, ha obtenido una ganancia patrimonial, y le reclama entre un 19% y un 21%.

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El Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) ya ha visto la problemática y dictado las pautas para que las normas de las tres provincias tengan un tratamiento armonizado y beneficien en la misma medida a ese colectivo. A falta de los datos globales de 2014, en 2013 de produjeron en Euskadi más de 3.500 divorcios, de los que 1.870 se produjeron en Bizkaia, 1.142 en Gipuzkoa y el resto, en torno a 550 en Álava. Una cifra que también se ha reducido por la crisis. En 2012 las parejas que se divorciaron ascendieron a 3.851.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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