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Podemos busca una candidata “nueva” en Madrid con Monedero en la reserva

Rastrea fuera del partido a una líder que atraiga al electorado menos politizado

Jesús Montero, el nuevo líder de Podemos en la capital, el pasado sábado en el parque de Madrid Río.
Jesús Montero, el nuevo líder de Podemos en la capital, el pasado sábado en el parque de Madrid Río. SAMUEL SÁNCHEZ

“No hay ninguna encuesta que no diga que el PP va a obtener más votos”, aventuraba hace una semana el presidente regional, Ignacio González, sobre las elecciones locales y autonómicas de mayo. Omitía que en los sondeos que manejan los políticos madrileños pintan bastos para su partido, que puede perder la región y la capital a manos de una mayoría de izquierda en la que Podemos se disputa el liderazgo de igual a igual con el Partido Socialista.

El nuevo líder de Podemos en Madrid, Jesús Montero, apuesta por crear “una lista muy potente” que podría liderar Juan Carlos Monedero. “Él está dispuesto a ponerse donde sea más útil, es un excelente candidato, pero no es el único”, aclara Montero, que está buscando “entre gente que todavía no está en Podemos ni en otros partidos” a una persona que “atraiga al electorado menos politizado”. Preferentemente, una mujer: “No quiero un Tierno Galván, quiero una Tierno Galván”.

Considera que una juez, una inspectora de policía u otra profesional podría escenificar “la nueva política frente a Antonio Miguel Carmona o Esperanza Aguirre”. Y no le preocupa que sea poco conocida. Reconoce que Monedero sería “el mejor” en el “lodazal” con Carmona o Aguirre, “pero también sería bueno en la Comunidad o el Congreso”.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, optó en otoño por no “arriesgar el prestigio” del partido en las municipales, por si la actuación de “dos o tres” ediles en un pueblo “sembrará dudas” y “lastrará” sus esfuerzos centrados en las elecciones generales.

Promete no pagar parte de la deuda y revisar los contratos de basura y limpieza

“Renunciar a presentar una candidatura de Podemos en los Ayuntamientos no es una reacción preventiva, lo hemos vendido mal, es ofensiva: en los pueblos hay líderes sociales (la médica, el maestro, el líder de la fábrica en crisis...) para construir una lista popular”, explica Montero.

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Reconoce sin embargo: “Si hubiéramos tenido seis meses más, podríamos haber elegido candidatos propios”. Así las cosas, apuesta por disputar la alcaldía con una agrupación de electores, un modelo de formación política que requiere del aval de 8.000 vecinos y se presenta sólo una vez y en una circunscripción. No llevará el nombre de Podemos, pero sí tendrá todo el apoyo del partido.

En la capital ya hay otra agrupación de electores en ciernes, Ganemos, impulsada la pasada primavera por activistas de izquierda para aglutinar a movimientos sociales y partidos. El candidato de IU, Mauricio Valiente, ha prometido concurrir a las primarias de Ganemos. Si no gana, IU apoyaría en cualquier caso al líder electo. Aunque fuera de Podemos.

Pero ¿participará Podemos en Ganemos? Montero va a impulsar su propia agrupación de electores, con los reglamentos de Podemos, y por eso busca un candidato que la encabece. Pero tiene claro que en mayo sólo concurrirá una lista, “se llame Ganemos, Madrid en común, Por Madrid o como sea”. No admite explícitamente que se sumará a Ganemos, porque cree que eso frenaría la construcción de una “marea política” que vaya “más allá” de “una sopa de siglas a la antigua”. “Sumar a tres partidos y a los movimientos sociales es necesario pero insuficiente; debemos crear algo nuevo”, dice. Teme además que la fractura interna en IU y los presuntos casos de corrupción lastren la lista. Pero en su ánimo está labrar acuerdos que permitan una candidatura de unidad. Eso sí, huyendo siempre de “los activistas y movimientos que hacen política-estética para sí mismos”.

Si los bancos cierran el grifo del crédito, acudiría a fondos de países emergentes

 Montero reivindica una lista que no sea de izquierdas sino que “ocupe la centralidad”. Pero su ideario es izquierda pura. La ciudad es, en su opinión, “un absoluto caos”. Está “más sucia que nunca”; “es un laboratorio de medidas neoliberales”; su modelo “está basado en la especulación y el ladrillo”; y tiene “una deuda difícilmente asumible” debido al “despilfarro” de dinero público.

Para solventarlo, propone auditar la deuda y revisar todas las concesiones. La “auditoría” sería “inmediata”, para lo que pondría a trabajar en ella a funcionarios municipales. Una vez conocida la “legitimidad” o “inmoralidad” de los gastos que llevaron a acumular casi 10.000 millones de deuda (ahora son la mitad), se decidiría qué parte dejar de pagar. Montero no cuestiona sólo los sobrecostes en obras (la Caja Mágica pasó de 150 a 300 millones), sino también los cruces accionariales entre las constructoras y los bancos que dieron créditos para las obras. O la oportunidad de inversiones como las olímpicas.

No duda de que los bancos aceptarán quitas en una deuda “incrementada con ingeniería financiera”, porque buscan “estabilidad y negocio”. ¿Y si se niegan y cierran el grifo del crédito? “No sólo prestan dinero los bancos de la UE; los países emergentes tienen fondos y bancos también”.

Montero apuesta por un programa concreto (que aún está en pañales) “a cuatro años, con 10 cosas que vayamos a cumplir”. Sabedor de que los servicios públicos (limpieza viaria, basura, etcétera) están atados con contratos de 10 años, Montero quiere vigilar con funcionarios su cumplimiento “estricto”, apretando a las empresas para que los abandonen sin penalizaciones para el Ayuntamiento, que los asumiría.

Quiere “limitar” el tráfico en el centro, con un sistema similar al del PP (zonas en las que sólo puedan circular los vecinos). Pretende revisar el Plan General de Ordenación Urbana, que el PP dejará a medias, y crear “bonos sociales” para el transporte público.

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