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Ofensiva de Endesa contra el robo de electricidad en Girona y Figueres

Dos mil usuarios ‘evitan’ pagar la factura o abonan menos de lo que consumen

Un vecino de la Font de la Pólvora, en el interior de su vivienda, sin suministro eléctrico.
Un vecino de la Font de la Pólvora, en el interior de su vivienda, sin suministro eléctrico.Pere Duran

Endesa calcula que el año pasado habrá detectado a unos 2.000 clientes gerundenses que estafaban a la compañía con la factura de la luz. La cifra es ligeramente superior a la del año anterior. La compañía, que ha puesto en marcha la política de “tolerancia cero” a los ladrones de corriente, ha hecho este año por primera vez dos macrooperativos junto con la policía para localizar a los defraudadores de algunos barrios de Girona y Figueres. En seis meses han detectado más de 300 casos.

En 2012 Endesa detectó que 1.330 hogares gerundenses tenían manipulados los contadores o tomaban la corriente directamente de la línea. En 2013, la cifra ascendió a 1.885 viviendas y la compañía consiguió recuperar 12.010.520 kilowatios/hora de energía. Hasta julio de 2014 se habían detectado 1.223 casos y se recuperaron 8.883.470 kw/h.

Intentar no pagar la factura o abonar lo mínimo forma parte de la eterna picaresca, aseguran desde Endesa. La compañía dispone de personal encargado de revisar los casos que levantan sospechas, ya sea por bajo consumo o por facturar siempre la misma cantidad. Un ejemplo son los operativos que se han hecho desde el pasado verano en la Font de la Pólvora de Girona y en el Culubret de Figueres, dos barrios habitados mayoritariamente por personas de etnia gitana.

De las 500 viviendas censadas en el primero de ellos, Endesa calculó que el 70%, unas 355 viviendas, estaban defraudando fluido eléctrico. Desde julio y hasta finales de octubre, los Mossos acompañaron a los técnicos de la eléctrica en nueve ocasiones y se inspeccionaron todos los domicilios denunciados.

Además de cortar el suministro a las viviendas que lo tomaban directamente de la línea y extraer los contadores manipulados, la policía encontró diez plantaciones de marihuana y 2.434 plantas. El saldo fue de tres detenidos y otras ocho personas fueron acusadas de delitos contra la salud pública. A medida que se repetían las visitas policiales, las plantaciones fueron desapareciendo.

En Figueres las inspecciones fueron motivadas por las quejas de los vecinos del barrio del Culubret que sufrieron durante mes y medio cortes diarios del suministro eléctrico de entre una hora y media y tres horas. La gota que colmó el vaso fue la quema de parte del cableado de una línea de baja tensión por la sobrecarga.

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La alcaldesa de Figueres, Marta Felip, remitió a mediados de noviembre una carta a Endesa quejándose formalmente por estos cortes, sobre todo teniendo en cuenta la época del año. La compañía se puso manos a la obra. Entre el 17 y el 19 de diciembre técnicos de Endesa acompañados por agentes de la Guardia Urbana y los Mossos inspeccionaron 216 viviendas y detectaron 47 contadores, el 21%, manipulados. También se localizó una instalación con más de 300 plantas de marihuana y se denunció a la propietaria.

Un vecino muestra los conductos sin los cables eléctricos.
Un vecino muestra los conductos sin los cables eléctricos.PERE DURAN

Desde Endesa se destaca que ambos barrios tienen casuísticas diferentes. Mientras en Girona la mayoría de las viviendas tomaban la corriente directamente de la línea eléctrica, en Figueres “externamente era todo legal, tenían contador y póliza, pero estaban trucados”. Así, o bien los contadores estaban manipulados para no reflejar el consumo real, o hasta tres domicilios estaban conectados a un mismo contador manipulado y pagaban un fijo.

Tanto los cortes de luz como la quema de parte del cableado fueron directamente causados por el fraude. Endesa analiza las pólizas contratadas en las zonas donde da suministro e instala el tendido eléctrico de acuerdo con el consumo declarado. En el Culubret, unos 40 domicilios consumían el doble de lo que declaraban. Esto, sumado a la elevada energía necesaria para cultivar marihuana, con contadores que tampoco daban muestra de ello, hizo que no hubiera suficiente potencia y los cortes fueran constantes hasta que la compañía detectó el fraude masivo.

En Girona, el Ayuntamiento ha dado todas la facilidades a los vecinos a los que se les cortó la luz para poder regularizar su situación. A los ciudadanos a los que los servicios sociales justifiquen problemas económicos para pagar el contador, valorado en 230 euros, se les otorgará un plazo de cuatro años para hacerlo, y si se pudiera acreditar falta de liquidez, lo acabaría asumiendo el Consistorio.

Además, la deuda que acumulaban les queda congelada y si empezaron a pagar el recibo desde noviembre, se les condona la deuda. 80 denunciados alcanzaron un pacto directamente con Endesa y 126 acudieron al Ayuntamiento. De estos, 82 cumplen los requisitos para seguir el convenio del Consistorio y 66 pidieron una prórroga para poder presentar toda la documentación, ya que carecían de cédulas de habitabilidad e incluso del DNI. Se les ha dado de plazo hasta el 30 de abril.

Según el concejal de Bienestar Social, Eduard Berloso, “se ha tratado de desacomodarles del pasotismo en que se habían instaurado. Si quieren ser tratados como ciudadanos normales deben ser responsables y pagar como cualquier otro vecino, indicó.

El pasado noviembre los Mossos hicieron dos inspecciones extraordinarias en la Font de la Pólvora y detectaron 55 reconexiones fraudulentas que fueron de nuevo desconectadas.

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