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La huelga de basuras en Madrid Río se recrudece y suma ya 15 jornadas

La concesionaria quiere despedir con un ERE a la mitad de la plantilla que cuida el parque

Basura en Madrid Río, resultado de la huelga de los trabajadores del parque.
Basura en Madrid Río, resultado de la huelga de los trabajadores del parque.Kike Para

Los jardines de Madrid Río están inusualmente concurridos para ser un frío laborable de diciembre: los paseantes aprovechan las vacaciones navideñas. Las papeleras repletas y la suciedad en los márgenes del parque son los signos de la huelga indefinida que los empleados de mantenimiento siguen desde el día 15. Eso, y los grafitis —“ERE no”— contra el expediente que puede dejar en la calle a 127 trabajadores, más de la mitad de la plantilla. Los paros, secundados por todos los empleados según los sindicatos, amenazan con alargarse tras el fracaso de las negociaciones con la empresa. Además, UGT formalizará hoy una demanda contra la compañía por vulnerar el derecho a huelga, haciendo responsable subsidiario al Ayuntamiento. El conflicto de Madrid Río está lejos de resolverse y la basura sigue acumulándose.

Los números

  • El ERE de la empresa concesionaria puede afectar a 127 empleados de mantenimiento de una plantilla de 250.
  • La empresa anunció el ERE 24 horas después de comenzar a hacerse cargo del parque.
  • La huelga indefinida convocada por los sindicatos alcanza hoy 15 jornadas.
  • La Unión Temporal de Empresas (UTE) Parques singulares firmó un contrato por 111,8 millones de euros en ocho años.
  • La concesionaria rebajó su oferta un 27% con respecto al precio de licitación.
  • La mayor parte de los empleados de Madrid Río no alcanzan los 1.000 euros al mes.
  • Sindicatos y empresa tienen 10 días para alcanzar un acuerdo.

“Están siendo unas fiestas muy duras”, se lamenta Pedro Sales, miembro del comité de empresa. La suerte de más de un centenar de empleados pende de un hilo desde el 2 de diciembre, cuando la concesionaria UTE Parques Singulares (formada por el Grupo Raga y Nitlux) alegó que no podía ajustarse al importe de su contrato sin prescindir de la mitad de la plantilla. “Esto, a las 24 horas de hacerse cargo del parque”, se queja Sales.

Las negociaciones entre empresa y trabajadores están encalladas desde el comienzo. “La empresa no nos ha ofrecido nada más, aparte de los despidos”, denuncia Alfredo Turienzo, asesor de UGT en el conflicto. Los sindicatos aún no han presentado una propuesta y están a la espera de recibir más documentación de la empresa.

El conflicto ha pasado ya a los tribunales. UGT ha presentado hoy una demanda contra Raga, y contra el Ayuntamiento como responsable civil subsidiario, por vulnerar el derecho a huelga. El sindicato asegura que los empleados de limpieza viaria están barriendo zonas que corresponden al parque —como la glorieta de Marqués de Vadillo o el puente de Toledo— para “invisibilizar los paros”. El Ayuntamiento asegura que esto es “absolutamente falso”.

Por otra parte, tanto UGT como CC OO se quejan de que los servicios mínimos, fijados en un 20% de la plantilla, son abusivos. “Esencial es un quirófano, un parque de bomberos o la policía, no un parque”, defienden. En la mañana del lunes, las vías principales de este área verde amanecían razonablemente limpias, excepto en torno a las papeleras, que habían sido volcadas y junto a las que se veía un número considerable de bolsas usadas para recoger las heces de los perros. En las zonas menos visitadas, sin embargo, comenzaba ya a acumularse la basura.

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“¿Qué alternativa tenemos?”

Tiene 62 años, lleva cuatro trabajando en Madrid Río y 40 cotizados. Pedro Sales es miembro del comité de empresa del parque y uno de los posibles 127 afectados por el ERE. “Si nos echan, ¿qué alternativa tenemos?”, se pregunta a los 15 días del comienzo de la huelga indefinida contra los despidos que podrían dejar a la mitad de la plantilla en la calle.

El sindicalista cuenta que, antes incluso del anuncio del ERE, la UTE se reunió con el comité para plantear otras posibles vías. “Eran tan absurdas que ni nos lo planteamos”, explica. La primera era la jubilación anticipada “con una indemnización ridícula”. Pero esta exige una antigüedad mínima de seis años en la empresa, y gran parte de los trabajadores fueron contratados en 2010: “Aunque se cumplieran el resto de condiciones, a esto solo podría acogerse un 5%”.

Otra opción era cambiar el estatus de los empleados por el de fijo discontinuo. La empresa, narra el miembro del comité, propuso que cada trabajador fuera al paro durante seis meses. Para Sales, esto es inviable: “Primero, por los sueldos, que nos dejarían una prestación muy baja, y luego porque a muchos se les acabaría pronto el subsidio”.

Un encargado, como él, cobra en Madrid Río unos 1.100 euros netos. El salario de un peón o un auxiliar (170 de los 250 empleados del parque) está entre 850 y 950 euros.

Los sindicatos critican que el Ayuntamiento no participe en las negociaciones. “No pueden desentenderse de unos trabajadores que gestionan espacios públicos. Esperamos que recapacite”, dice un portavoz de CC OO.

Sindicatos y trabajadores confiesan estar alerta desde semanas antes del anuncio del ERE. La empresa, que entró en el parque el pasado 1 de diciembre, se hizo con el contrato en noviembre de 2013 por 111,8 millones de euros. Esto suponía rebajar un 27% el precio de la licitación, que el Ayuntamiento ya había reducido un 9% con respecto al anterior contrato. “El problema es la bajada que han sacado, que ya sabíamos desde el principio que era insostenible”, dice Sales.

La UTE alega que la anterior concesionaria, Urbaser, engrosó la plantilla en 98 trabajadores porque la licitación premiaba el aumento de empleados. Raga asegura que su intención es reducir la ratio de trabajadores de Madrid Río, que considera “excesivamente alta”. En el parque trabajan, según la empresa, 2,51 personas por hectárea mientras que en el Juan Carlos I y el Juan Pablo II, que también gestiona la UTE, lo hacen 0,95 y 0,59, respectivamente. El plazo para que empresa y trabajadores lleguen a un acuerdo finaliza el 9 de enero. El viernes continuarán las negociaciones, y la empresa ha asegurado que para entonces presentará una propuesta “mejorando la inicial”.

Pedro Sales, de 62 años, no ve qué alternativa puede satisfacer a la plantilla: “¿Por qué está teniendo tanto éxito la huelga? Porque a la gente no le queda otro camino”. El sindicalista señala que la mayor parte de los sueldos no sobrepasan los 1.000 euros. “El Banco de Alimentos ya se ha puesto en contacto con nosotros, y algunos tirarán de una pequeña caja de resistencia. Muchos no vamos a tener Reyes”, admite.

Ajenos al conflicto, Jaime y Ramón vigilan cómo juegan sus respectivos hijos bajo el sol de invierno: “No hemos notado la huelga. Es que luego lo comparas con la calle y la suciedad es la misma. Los que la estarán notando son los trabajadores”.

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