Entidades y partidos se solidarizan con el encierro en la Iglesia del Pi
Los parados encerrados llaman a una huelga general "laboral y de consumo"
La plataforma Marcha por la Dignidad y la Asamblea de Parados exigieron ayer el derecho de la ciudadanía a “un trabajo o una prestación digna” y anunciaron que prevén convocar una huelga general para el 22 de octubre en todo el Estado. Tras la segunda noche de encierro en la Iglesia del Pi de Barcelona, el miembro de la Marcha por la Dignidad Lluís Blanco llamó a una “huelga general laboral, de consumo y social que pare por completo el país”.
El encierro recibó en la mañana de ayer el apoyo de las formaciones ICV-EUiA, la CUP, Podemos, Guanyem y Procés Constituent. El diputado en el Parlament David Companyon, de ICV-EUiA, aseguró que la movilización es el “mejor contrapunto a la vergonzosa rueda de prensa de Rajoy” del viernes, en la que defendió que se está produciendo una recuperación económica. David Fernández (CUP), lamentó por su parte que en los últimos años se ha producido un “crecimiento de la pobreza y del paro y nuevas formas de marginación social”. La portavoz de Guanyem Barcelona, Ada Colau, defendió que “cualquier responsable político que esté a la altura de las circunstancias debería apoyar” la movilización.
El economista e impulsor de la plataforma Procés Constituent, Arcadi Oliveres, calificó la situación social de “enorme miseria” y la también promotora de esta plataforma Teresa Forcades apostó por una “revolución para cambiar el ordenamiento jurídico y las prácticas políticas y económicas”.
Marc Bertomeu, de Podemos, criticó que las instituciones “quieran esconder los problemas bajo cifras macroeconómicas” y aseguró que desde el partido trabajarán para que estos problemas sean visibles en las instituciones.
