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Cae una banda de falsificadores de cheques que defraudó 2,5 millones

La organización contaba con un laboratorio para tratar los documentos

Alfonso L. Congostrina

Una operación conjunta entre Mossos d’Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional ha permitido desarticular una organización criminal dedicada a sustraer y falsificar pagarés bancarios. La banda de malhechores estaba activa desde el año 2009 y pudo haber defraudado un total de 2,5 millones de euros. Durante el operativo fueron detenidas 23 personas, de las cuales cinco ingresaron en prisión preventiva. También se ha desmantelado un laboratorio de falsificación de cheques en Montblanc (Tarragona).

La investigación policial se inició el pasado mes de junio, cuando se creó un grupo de trabajo de las tres fuerzas policiales, tutelado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona. Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra habían recibido denuncias en varios puntos de España de entidades bancarias, empresas y particulares afectados por la falsificación y el cobro fraudulento de cheques y pagarés. Rápidamente se realizaron las primeras detenciones, todas en Cataluña, y se descubrió cuál era el modus operandi de la banda criminal.

La organización robaba y falsificaba cheques. Esta falsificación sólo afectaba al nombre del beneficiario del cheque y respetaba los importes y la entidad emisora. La técnica que empleaban en la mayoría de ocasiones consistía en raspar la tinta donde aparecía el beneficiario del documento y reescribir el nombre de la persona que debía cobrar el cheque. Los cabecillas de la banda tenían todo perfectamente estudiado y para cobrar los cheques robados o falsificados utilizaban a otras personas, que en el argot delincuencial se denominan mulas. Estos individuos, de rango inferior dentro de la banda, eran personas con dificultades económicas que abrían cuentas bancarias a su propio nombre donde ingresaban los cheques falsificados. Cuando los cobraban, devolvían el dinero a la organización a cambio de una comisión. Estas personas son las primeras a las que se identificaba y detenía. Pero la banda lo tenía todo calculado y no cedía terreno a la improvisación. Todas las mulas habían recibido instrucciones de lo que debían declarar en caso de ser detenidos. Era entonces cuando aportaban datos de una persona que nada tenía que ver con el grupo. En muchos casos las propias mulas no conocían el nombre de ninguno de los implicados.

Los falsificadores raspaban la tinta donde aparecía el beneficiario del cheque y reescribían el nombre de la persona que debía cobrarlo

En la cúpula de la organización criminal se encontraba un matrimonio. La pareja era la encargada de manipular los documentos, que previamente habían sido sustraídos por un transportista que aprovechaba su empleo para abrir algunas correspondencias y llevarse los cheques y pagarés que le interesaban. Otra de las personas de la banda estaba especializada en localizar a personas con problemas económicos para usar sus identidades en el cobro de los cheques, a cambio de una comisión que oscilaba entre el 5 y el 10% del importe del documento. Entre el 60 y el 70% se lo quedaban los falsificadores y el resto se lo repartían el transportista y el captador de mulas.

Los tres cuerpos policiales consiguieron identificar a los miembros más activos de la banda, y el pasado 20 de noviembre se realizaron 23 detenciones en distintas fases. En un primer momento se detuvo a la cúpula junto con el transportista, en el momento en que se realizaba un intercambio de cheques y dinero en efectivo. Posteriormente se practicó una entrada y registro en el domicilio de los falsificadores, en Montblanc, donde se localizaron todos los elementos y aparatos informáticos que se destinaban a la falsificación de los cheques, así como 27.000 euros en efectivo.

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En días posteriores se detuvo al resto de los integrantes de la organización. La banda inició su actividad en el año 2009, manteniendo una estructura estable. Tras declarar en sede judicial se ordenó el ingreso en prisión de cinco de los detenidos. La investigación sigue abierta aunque las tres fuerzas policiales dan por desmantelada la organización.

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