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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La noche del ausente

La familia modernista homenajeó en Apolo la figura de Alfredo Calonge, el “mod” discreto

De acuerdo, la noche era intempestiva y llovía, pero ante la puerta del Apolo, atestada de personas vestidas con rigor mod, solo había una Vespa. Matrícula de Murcia para más detalles y quizás escarnio. Y ni una sola Lambretta, la moto que montó en vida Alfredo Calonge, responsable dada su ausencia de aquella concentración de parcas, gorras y escarapelas de la RAF allí reunidas para decirle que esté donde esté se orquestaba un recuerdo colectivo a su discreta figura. Alfredo nació mod, vivió mod y falleció mod, todo ello con una bonhomía que justificaba aquella concentración de egos sumergidos en un plural, algo que atendiendo al estricto individualismo predicado por el movimiento modernista es tan inusual como ver a Paul Weller con deportivas.

Dentro de la sala presentaron el acto dos personajes que algún día recibirán su homenaje. Uno Fito, músico, disc-jockey y curioso profesional, escondido tras una melena envidiable a la cincuentena, edad que hace relucir aún más envidiablemente el entusiasmo que parece aún no haber perdido. Otro Flowers, el fotógrafo, que exceptuando la vez que se desnudó en un escenario, jamás había sido visto en público sin la bolsa que oculta esos calendarios que vende cualquier mes del año. Y, por cierto, viendo a estos dos personajes y a muchos que después pasarían por escena, ya se pudo determinar que ser mod y delgado va unido, pues pese a la edad de los allí presentes, la mayor parte de los contornos no se habían expandido. La apestosa dieta inglesa debe conducir al ayuno.

El acto en sí fue un delicioso concierto en el que se tocaron todas las canciones de “Piknik Caleidoscópico”, el estupendo disco que Alfredo grabó con Los Negativos, uno de sus grupos. Muchos de los allí presentes se reestrenaban en un escenario, como por ejemplo Robert Grima, Presidente de la promotora Live Nation y autor de un solo en “Cigarras panameñas” que hacía unos 25 años que no ejecutaba. Por cierto, Robert lucía una chaqueta rayada que en su día regaló a Alfredo y que le obligaron a ponerse, rescatándola de la exposición de objetos pertenecientes al mod homenajeado que se exhibía en el Apolo Store. Una prueba más de que ser mod puede adelgazar.

La lista de participantes fue kilométrica, músicos y amigos enlazados por aquellas canciones sixties que fueron sonando en Apolo, entre ellas la favorita de Alfredo, “En una habitación realmente pequeña”. Se concluyó con el último single publicado por el ausente, premonitoriamente titulado “A tumba abierta”, momento en el que apareció al lado del escenario su Lambretta. Poco después, la hermana de Alfredo recordó algo francamente hermoso, que su familia de sangre había podido conocer aquella noche a la otra familia del hijo y hermano ausente. Al marchar tras el concierto, un vistazo a la colección de objetos de Alfredo descubrió entre ellos una maqueta de “Supercar”, serie de televisión ignota para todos aquellos que aún ignoran que esto de vivir se acaba.

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