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Cuidados que también curan

Un enfermero especializado podría resolver casos urgentes

Virginia López Enano
Dos personas son atendidas en la ventanilla del Centro de Salud Don Paulino.
Dos personas son atendidas en la ventanilla del Centro de Salud Don Paulino.Paco Puentes

Por los raíles de Alcalá de Guadaíra no pasa el tranvía, pero el camino lo aprovechan a diario los vecinos de la localidad para hacer ejercicio paseo arriba, paseo abajo. La vía se ha convertido en una improvisada ruta del colesterol y buena parte de culpa la tienen los enfermeros y profesionales sanitarios de los centros de salud del municipio sevillano en su empeño de inducir hábitos saludables a los ciudadanos, que es la mejor manera de prevenir problema de salud y urgencias sanitarias.

José María Ponce es uno de los 14 enfermeros del Centro de Salud Don Paulino García Donas y un enamorado de la atención primaria. “Aquí es todo promoción de la salud, educación, hablar con los pacientes, escucharlos, trabajar con asociaciones… Es muy gratificante”, concluye el sanitario.

La enfermería de familia se ocupa de cuidar al paciente, según explica, a diferencia de la medicina, más centrada en curar. Médico y enfermero son los dos principales proveedores de servicios en atención primaria, explica Ponce, pero la puerta de entrada tanto de las consultas como de urgencias es siempre el médico. El enfermero de familia también participa de la atención en urgencias, asistiendo a las personas que lo requieren según el tratamiento indicado por el médico. También participa en agilizar la movilización de los recursos para que estas patologías puedan resolverse de una forma óptima.

Siempre para sumar y ofrecer nuevos recursos y repuestas desde el sistema sanitario Jose María Ponce, enfermero

Pero no todos los casos que llegan tienen la misma gravedad. “Los más leves, a lo mejor los pueden atender otro tipo de profesionales, no tiene por qué ser un médico”, argumenta el enfermero. Para optimizar los recursos y adecuar la respuesta que se da en atención primaria a los casos de urgencias, los enfermeros de familia están capacitados para los casos más leves (que se clasifican con el nivel 5). Para ello, Ponce trae a colación los enfermeros que realizan práctica avanzada en los servicios de urgencia de los hospitales, donde están resolviendo estas patologías leves. Con esta premisa cabe la siguiente reflexión. “Si nosotros somos unos de los principales proveedores de servicios en atención primaria, también podríamos atender este tipo de urgencias”.

En el caso de un centro de salud consistiría en compartir la demanda urgente y atenderla de forma autónoma, siempre teniendo a su médico de familia como referente. “Estas urgencias son a lo mejor catarros, vómitos, tos, diarrea, dolor de garganta… Profesionales enfermeros formados en competencias avanzadas pueden facilitar desde el centro algún medicamento u otro tipo de intervenciones para resolver el problema y responder a las personas desde su centro de salud de forma ágil y accesible antes de que tengan que recurrir al hospital”, añade Ponce. Pero eso sí, nunca con la intención de suplantar la labor del médico. “Siempre para sumar y ofrecer nuevos recursos y repuestas desde el sistema sanitario”, aclara el enfermero.

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Sobre la firma

Virginia López Enano
Trabaja en el equipo de Redes de EL PAÍS. Ha pasado por varias secciones del periódico, como la delegación de Sevilla, Nacional o El País Semanal, donde ha escrito temas de música y cultura. Es Licenciada en Historia y Graduada en Periodismo por la Universidad de Navarra y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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