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gipuzkoa

La plantilla del centro de Zumarraga denuncia agresiones de los menores

Los trabajadores aseguran que desde el mes de agosto ocho educadoras han sido agredidas por internos que ya han cumplido la mayoría de edad

Los trabajadores del centro de menores de Ibaiondo, en Zumarraga (Gipuzkoa), se concentrarán este viernes para denunciar las agresiones que sufren por parte de los internos que cumplen allí condena y reclamar que aumente el personal de seguridad con el fin de atajar esta situación.

Patxi Lasa, miembro del comité de empresa de este centro con capacidad para albergar cerca de 40 menores, ha explicado que desde el mes de agosto ocho educadoras han sido agredidas por internos que ya han cumplido la mayoría de edad. Ha señalado que, aunque "no sea normal", sí "cabe esperar insultos y amenazas en un lugar como éste", pero no el "nivel de agresividad" que está teniendo lugar ahora.

Lasa ha señalado que en Ibaiondo, donde aproximadamente el 80 % de los educadores son mujeres, esa agresividad se está materializando en "puñetazos y patadas, en ojos morados y labios partidos", a lo que hay que añadir "el estrés y la ansiedad" que generan estas condiciones de trabajo. Ha precisado que de los 33 chavales que cumplen condena en este centro "conflictivo", unos cinco o seis tienen ya más de 18 años y, de ellos, tres o cuatro son los autores de las agresiones.

Este comportamiento, según ha destacado, "bloquea" la actividad educadora y perjudica al resto, especialmente porque son chicos que no desean "aprovechar" las oportunidades que se les brindan. Por ello, entienden que las autoridades competentes debería actuar para que estos chicos acaben de cumplir su internamiento en centros de mayores.

Ha señalado que el comité de empresa ha decidido hacer público lo que ocurre en Ibaiondo y exigir "una respuesta" que no llega y que debería traducirse, según ha recalcado, con un incremento del personal de seguridad. Según ha indicado, el personal no cuenta con protocolos de seguridad adecuados y el material del que disponen, como "walkie-talkies" y "buscas", en ocasiones falla.

"Hemos dicho que ya vale", ha resaltado Lasa, quien ha asegurado que ni la dirección del centro ni el Servicio de Justicia Juvenil "ponen los medios" para hacer frente a este problema. Lasa ha denunciado, además, que la mutua no acepta las crisis de ansiedad y estrés como enfermedad laboral y el personal tiene que acogerse a las bajas por enfermedad común.

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En el centro de Zumarraga hay 50 educadores, nueve técnicos (como psicólogos y coordinadores de redes sociales), tres administrativos, un director y un subdirector, todos ellos dependientes del Gobierno Vasco. El personal de seguridad y el de cocina es externo, ha señalado este representante de un comité en el que ELA tiene dos miembros, LAB otros dos y CC OO uno.

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