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IU deja hacer a Sánchez Gordillo

El portavoz parlamentario reconoce que la situación del alcalde es “mareante”

Lourdes Lucio
Sánchez Gordillo, Diego Valderas y José Antonio Castro, en un pleno del Parlamento andaluz en mayo de 2012.
Sánchez Gordillo, Diego Valderas y José Antonio Castro, en un pleno del Parlamento andaluz en mayo de 2012.García Cordero

Ni los dirigentes de Izquierda Unida ni los de la CUT (Candidatura Unitaria de Trabajadores) a la que pertenece y que él fundó saben qué va a ocurrir con Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien el sábado pasado suspendió el pleno municipal en el que tenía previsto renunciar a la alcaldía que dirige desde 1979. IU, una vez más, va a dejar hacer al simpar regidor, quien se encuentra enfermo desde hace muchos meses, a raíz de la sobreexposición mediática a la que se sometió tras alentar el asalto a un supermercado y ocupar una finca propiedad del Ministerio de Defensa en el verano de 2012.

Gordillo está obligado por la ley Electoral andaluza a optar por la alcaldía o su escaño de diputado por Sevilla y aunque comunicó al Parlamento que renunciaría a la primera, conservando su acta de concejal, el sábado dio marcha atrás presionado por sus concejales. “Nadie puede saber lo que va a hacer porque no lo sabe ni él”, aseguran fuentes de la CUT.

Los dirigentes de IU no saben si esta decisión será la definitiva como admitió ayer el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro. Este dirigente no descartó que Sánchez Gordillo celebre el pleno de su renuncia en las próximas horas. En caso de no hacerlo, será el propio Parlamento andaluz el que anule su acta de parlamentario, lo que significa su expulsión de la Cámara autónoma. Sería la primera vez que la asamblea andaluza adopte una iniciativa de este calado. La decisión tiene que ser ratificada por la comisión del Estatuto del Diputado.

La situación para IU es muy incómoda, “mareante”, la calificó Castro, porque no hay nadie en la cúpula de la organización capaz de tomar una decisión ejecutiva y, sobre todo, que esta se cumpla. Sánchez Gordillo ha sorteado cuando le ha venido en gana, es decir, siempre, las normas internas de IU sobre limitación de mandatos y la disciplina de voto es una regla ajena a su comportamiento político. “Juan Manuel es como es”, responden en Izquierda Unida a modo de explicación.

Pero la condescendencia con el alcalde de Marinaleda no solo se explica por su inconfundible forma de ejercer la política. El peso orgánico de la CUT en IU de Sevilla ha sido determinante en algunas épocas, ha llegado hasta el 40%, aunque ahora no supera ni el 30%. Con estos porcentajes, el concurso del partido de Sánchez Gordillo a la hora de establecer alianzas internas ha sido clave a la hora de que prosperase una determinada mayoría política.

Los dirigentes de IU, empezando por su coordinador, Antonio Maíllo, su portavoz parlamentario y el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, intentan minimizar los vaivenes del regidor marinaleño. “Tiene que hacer efectivo lo que él prefiera, sin cortapisas, pero tiene que hacerlo efectivo ya”, imploró Castro, porque la expulsión del Parlamento les aturde.

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