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Una amistad entre pinceles

El Museo Carmen Thyssen reúne la obra de Ramón Casas y Santiago Rusiñol

Una mujer, en la exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Una mujer, en la exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga.garcía-santos

Dos amigos se reencuentran en las salas del Museo Carmen Thyssen 82 años después de su fallecimiento. Santiago Rusiñol (Barcelona, 1861-Aranjuez, 1931) y Ramón Casas (Barcelona, 1886-1932) compartieron una amistad trenzada por los pinceles. Su pasión por la pintura juntó a estos dos hijos de la burguesía catalana en la Barcelona de 1882, a través de su amigo común el escultor Enric Clarasó y la primigenia relación profesional derivó en una amistad fraternal que solo acabó con la muerte de Rusiñol en 1931.

Ahora, ocho décadas después y coincidiendo con la última exposición conjunta de la obra de ambos artistas catalanes, el Museo Carmen Thyssen reúne más de 50 obras, entre óleos y carteles, de ambos pintores en Casas-Rusiñol. Dos visiones modernistas, exposición que se puede visitar hasta el próximo 1 de marzo y que ha sido posible gracias al préstamo de obras por parte de 17 museos y cinco coleccionistas privados.

Dividida en cinco apartados, la muestra ahonda en el periodo vital y artístico que Casas y Rusiñol compartieron principalmente entre los años 1889 y 1895, empujados por sus inquietudes artísticas pero también por similares estilos de vida.

Casas optó por centrarse en el retrato, adquiriendo gran reconocimiento entre la burguesía catalana

En el primero de ellos, Artistas y burgueses, se observa la época en que ambos recorren Cataluña y su primer viaje a París, donde compartirán una vivienda en el El Moulin de la Galette, junto al crítico de arte y pintor Utrillo y al grabador Canudas. Aquí se hacía aún evidente la diferente formación que habían recibido. Por un lado, Casas, que no había tenido que hacerse cargo de la empresa textil familiar, había recibido una formación artística y tenía grandes dotes, pero su inquietud intelectual era escasa. En cambio, Rusiñol era prácticamente autodidacta, carecía de la habilidad de su compañero y lo compensaba con una mayor preparación intelectual, rica personalidad y gran sensibilidad.

De esta etapa destacan en la exposición dos obras: Ramón Casas velocipedista, retrato pintado por Rusiñol en 1889 y Montserrat Casas (1888), un retrato de Casas. Le sigue la sección Dos bohemios en París, título que, según la directora del museo, Lourdes Moreno, “no hace justicia a la verdad ya que por su condición de burgueses acomodados, su bohemia era como fingida”.

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En París se codean con Degas, Rodin, Pisarro, Zola, Sert, Regoyos…Casas comienza a especializarse en el retrato y Rusiñol profundiza en sus paisajes melancólicos. De esta etapa destaca la obra Grand Bal (1891), de Rusiñol y Montmartre (1891), de Casas. La muestra prosigue con Paisajes compartidos, donde se exhibe Santiago Rusiñol y Ramón Casas retratándose (1890), una obra a cuatro manos, retratándose mutuamente.

En Plenitud creativa se recoge la etapa de consolidación de sus respectivas obras, ya de vuelta a Cataluña. En ella se muestran obras maestras como Interior al aire libre (Casas, 1892) y La morfina (Rusiñol, 1894), ejemplos sobresalientes de la asimilación de lo aprendido en los años parisinos, en el trabajo del espacio, la luz, las figuras, el colorido, y de la utilización de la vida cotidiana moderna, incluso de sus miserias, como temática artística.

Acaba la visita con Caminos divergentes, donde se hace patente que los gustos personales de cada uno determinaron que sus temáticas predilectas fueran distintas, aun a pesar de su amistad y las experiencias artísticas compartidas.

Casas optó por centrarse en el retrato, adquiriendo gran reconocimiento entre la burguesía catalana. Sus féminas acabaron por convertirse en las imágenes más reconocibles de su pintura, mientras que Rusiñol volvió a la representación de jardines melancólicos y solitarios, paisajes que le convirtieron en un pintor de gran fama y éxito nacional e internacional, sobre todo con su serie Jardines de España, pintada en sus viajes por diversos lugares del país.

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