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El vicealcalde de Valencia se salta las líneas rojas de Fabra para imputados

Grau, imputado en Nóos, afirma que nadie marca sus "decisiones"

El vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, en la rueda de prensa que ha protagonizado este lunes.Foto: atlas
Cristina Vázquez

Alfonso Grau, vicealcalde de Valencia y mano derecha de Rita Barberá, dejó a muchos con la boca abierta cuando este lunes pospuso su dimisión, tras 20 años en el cargo, complicando el escenario de Barberá, a quien poco beneficia que su número dos se resista a dimitir a seis meses solo de elecciones. “Si alguien pensaba que venía a dimitir, olvídenlo”, dijo. Su imputación, que la Audiencia de Palma confirmó el pasado viernes en su auto, cayó como una bomba en la casa consistorial, que consideraba el caso Nóosun asunto del pasado.

El juez instructor del caso Urdangarin, José Castro, lo imputo tras pedirlo los socialistas, luego sobreseyó la causa contra él, se recurrió la decisión, y la Audiencia, en segunda instancia, falló imputarlo de nuevo, lo que lo coloca a un paso del banquillo de los acusados.

El vicealcalde pierde los nervios, cuestiona su imputación y se muestra desafiante

La tensión era palpable en la sala de reuniones de la alcaldía de Valencia, donde Grau primero y luego Barberá salieron al paso de imputaciones, autos judiciales e investigaciones en curso relacionadas con el Consistorio.

En un ambiente tenso, donde perdió en algunos momentos los nervios, el vicealcalde Alfonso Grau cuestionó incluso su imputación. “Contra mí no hay más acusación que la del grupo socialista, al que es evidente que molesto”, declaró. “Y entonces, si no está imputado, ¿por qué esta rueda de prensa?”, le preguntó un periodista. “Porque me da la gana”, le replicó en tono desabrido. Otro de los pasajes más tirantes fue cuando salieron a colación las líneas rojas contra la corrupción de Fabra. “Yo tengo las mías”, dijo sin paños calientes y sin importarle contradecir al presidente del PP valenciano.

Grau dejó en el aire una posible fecha de marcha pero la principal hipótesis es que no será antes de que se dicte el auto de procesamiento, que puede llegar en uno o dos meses. Agotará todas las vías de defensa posibles, dio a entender en su comparecencia, lo que le permitirá ganar tiempo para clarificar su situación dentro y fuera del Consistorio. “Tengan mi firme compromiso de que si llegase el caso, no voy a manchar una institución para la que he trabajado más de dos décadas”, apuntó.

Grau llegó a la sala de reuniones escoltado por ediles veteranos del Gobierno de Barberá como el concejal delegado de Hacienda, Silvestre Senent, o el de Régimen Interior, Vicente Igual. Los concejales más jóvenes se dejaron ver con Barberá y los nombres que sonaban antes de que Grau sorprendiese con que no se iba, eran los de Alfonso Novo, concejal delegado de Urbanismo y presidente del PP de Valencia, que se barajó como portavoz del Grupo municipal Popular. Carlos Mundina, asesor popular en las Cortes Valencianas del portavoz Jorge Bellver, ocuparía concejalía si Grau dimite y corre la lista.

Con las líneas rojas del presidente Alberto Fabra, el guión establecía que Grau dimitiese lo antes posible porque ir en las próximas listas electorales, las de 2015, estaba descartado hacía tiempo por su edad —el vicealcalde cumple en unas semanas 73 años—. Con elegancia, el PP de Valencia aseguró el sábado que Grau elegiría el momento de irse pero el mensaje entre líneas era que no habría demoras.

El vicealcalde reescribió, sin embargo, el guión. Quedó patente que la estrategia del partido y de Grau son opuestas. "Las líneas rojas [de Fabra] son muy respetables, son las suyas; yo tengo mis propias líneas y nadie marca mis decisiones", espetó el vicealcalde, convencido de que no cometió ninguna ilegalidad y de que no se irá por la puerta de atrás del Ayuntamiento.

Por los pasillos corrió la posibilidad de que Barberá arropara a Grau pero la regidora tenía un acto con Fabra y solo coincidió con su edil ante los fotógrafos lo justo para cruzar unas palabras. No comparecieron juntos y, aunque la alcaldesa dedicó palabras de afecto y de defensa a Grau, su intervención se centró en replicar al portavoz socialista, Joan Calabuig, por intentar “involucrarme” en casos judiciales como el de Nóos, el saqueo de Emarsa o los sobrecostes en Feria Valencia. Él sabe que no estoy imputada” en ninguno de ellos. “Eso no es oposición es bajeza moral”, añadió.

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La regidora mostró su malestar por los párrafos que el auto de la Audiencia le dedica a ella y al expresidente Francisco Camps por los contratos con Urdangarin. El tribunal habría revisado el papel de los dos políticos en la gestación de estos eventos, pero, dado que nadie lo pidió, Camps y Barberá quedan exonerados a pesar de que el tribunal alude específicamente a Barberá que “impulsó la contratación” de los Summit. “De ahí los contactos previos y personales” que tuvieron Urdangarin y Torres con Barberá y “el mismísimo presidente” de la Generalitat.

“Son meras opiniones. Se trata de aseveraciones que están apoyadas en afirmaciones y juicios de valor gratuitos y extemporáneos”, dijo Barberá, enmendando la plana a la Audiencia de Palma.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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