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El Ayuntamiento quita la licencia a las discotecas de Teatre Principal

La decisión se toma cuando un juez indaga un trato de favor a la explotadora del local

Blanca Cia

El Ayuntamiento de Barcelona ordenó ayer el cese del Teatre Principal de Barcelona como sala de fiestas —Sala Latino— y la de la sala grande que funcionaba como discoteca con dj algunos días de la semana. El distrito de Ciutat Vella dio la orden el jueves y ha sido acatada por Carlos Caballero, responsable de la sala e imputado por supuestas irregularidades en la tramitación de los permisos del Teatro Principal. Caballero fue detenido, y luego puesto en libertad, dentro de una operación sobre una trama de prostíbulos de Barcelona. Con el nombre de la sociedad Principal Project, Caballero gestiona todo el equipamiento que es propiedad del Grupo Balañá.

La decisión municipal se ha producido, según la nota del Ayuntamiento, a raíz de dos denuncias vecinales realizadas en febrero y agosto de este año. Hace un mes, un portavoz municipal insistió a preguntas de este periódico en que sólo había una denuncia por ruido. En la nota de ayer, el Consistorio sostiene que había otra más por molestias de un aparato extractor de humos del restaurante del teatro Principal. En cualquier caso, el estudio de sonometría de las dos denuncias no se hizo poco después de recibirse las quejas, sino la semana pasada. La actividad del distrito se ha desplegado después de que el juez investigue si hubo trato de favor a la empresa que explota las instalaciones.

Según ese estudio, las molestias de la Sala Latino, una vez comprobadas con mediciones en el interior del domicilio de uno de los denunciantes, dieron valores de 63 decibelios —el máximo permitido es de 55 decibelios— en horario nocturno el día 16 de octubre, y de 75 decibelios el 3 de noviembre en una segunda medición.

El cese de la actividad se tiene que mantener mientras no se subsanen los arreglos técnicos necesarios, precisa la nota oficial. Es decir, que el Teatro Principal solo podrá funcionar como teatro.

Hace un mes, el distrito de Ciutat Vella negó a este periódico que existieran más expedientes sobre el Principal pese a que la sala grande —con capacidad para 600 personas— funcionaba como discoteca varios días a la semana cuando la licencia que tenían, según el propio Consistorio, era solo de teatro. En la nota de ayer, sin embargo, se afirma que hay “otros expedientes” en este caso por el desarrollo de actividades no autorizadas en algunos de los espacios del equipamiento. “En concreto, por la actividad de discoteca en espacios que no están autorizados para ello. Estos expedientes, que también están en trámite, arrancan en el mes de julio de 2013”, dice la nota. En esa fecha, el Teatro Principal estaba en obras y abrió sus puertas en octubre de 2013. Preguntado un portavoz municipal por cómo era posible que se abriera un expediente por actividades no autorizadas cuando el teatro estaba en obras, la respuesta fue que se trataba del “informe jurídico”.

Se da la circunstancia de que el distrito de Ciutat Vella estaba tramitando otra solicitud de Caballero de una licencia como sala polivalente para el frontón Jai-Alai, que se encuentra encima de la sala grande del Teatro

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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