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Aralar resta poder al sector navarro para facilitar la unión con EH Bildu

Los nuevos estatutos quitan autonomía política a los órganos de Navarra

Mikel Ormazabal
San Sebastián -
Rebeka Ubera y Patxi Zabaleta en un acto en San Sebastián.
Rebeka Ubera y Patxi Zabaleta en un acto en San Sebastián. JAVIER HERNÁNDEZ

El VI Congreso de Aralar librará este sábado en Bilbao un pulso interno que podría abrir heridas en esta formación en Navarra. La decisión de la Ejecutiva Nacional de modificar los estatutos para restar capacidad de decisión a su organización navarra ha puesto en pie de guerra a un grupo de militantes, entre los que figura el histórico Txentxo Jiménez, muy descontentos con la decisión oficial de “limitar la autonomía territorial” del partido para implantar “el centralismo” y, con ello, “evitar la existencia de espacios que escapen a su control político”. 

La ponencia estatutaria que la dirección del partido somete a votación en este congreso plantea la eliminación de Navarra como un “ámbito organizativo diferenciado” de Euskadi y del País Vasco francés. Según la nueva redacción, Navarra tendrá la misma consideración que Gipuzkoa, Bizkaia o Álava. Una enmienda a la totalidad suscrita por 12 militantes navarros —figuran más de la mitad de la Ejecutiva de Navarra— considera que se trata de un intento de “suprimir las competencias de la organización navarra”: “Resulta inaudito que quienes hemos sido pioneros en la defensa del derecho a decidir, ahora que está más en auge que nunca queramos negarlo a nivel interno”.

Los firmantes —el parlamentario Jiménez, Pablo Azkona, Félix Esparza, Mikel Nuin, Floren Luqui, Pedro Huarte y Zutoia Toral, entre otros— sostienen que este golpe de timón estatutario ha sido ejecutado por “un reducido grupo de dirigentes” con el ánimo de “reforzar los mecanismos de control político por parte de la dirección y el aparato”, aseguran en su enmienda a la totalidad, que asumen que será derrotada “con total seguridad”.

En el fondo, aseguran fuentes de este sector crítico, subyace “una estrategia liderada por el coordinador general [Patxi Zabaleta] para evitar trabas en Navarra a la confluencia de Aralar con EH Bildu”. “Zabaleta está obsesionado con la confluencia, incluso orgánica, con la otra izquierda abertzale”, añaden.

Desaparece la figura del coordinador general y Rebeka Ubera será secretaria general

Miembros de esta corriente contraria a la línea oficial opinan que Zabaleta quiere “dejar todo preparado para acabar en EH Bildu antes de su despedida”. En este congreso, el líder de Aralar desde su constitución en 2001 abandonará el cargo y entregará el testigo a la parlamentaria vasca y secretaria de Organización, Rebeka Ubera. Tras el cónclave que se clausurará el 15 de noviembre en Pamplona, la formación de izquierdas perderá otra de sus señas de identidad, al eliminar la figura del coordinador general por la de secretario general, al que accederá Ubera. Zabaleta será investido “presidente honorífico”.

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La dirección de Aralar tiene muy definida su hoja de ruta política para el futuro, según refleja el contenido de la ponencia política. En esta se reafirma la voluntad de “ir más allá de los acuerdos estratégicos” con el resto de partidos de forman la coalición EH Bildu, a la que Aralar se integró tras su congreso de 2011 en Derio. Aralar considera necesario “ir construyendo, junto con el resto de fuerzas de la coalición, la estructura unificada y democrática que requiere la izquierda abertzale. Nos encontramos ante la necesidad de dar saltos cualitativos, superando la mera unión de fuerzas, para conseguir la estructura, la democracia interna y la efectividad que nos reclama la sociedad”, reza la ponencia.

Aralar quiere dar “por finalizado” el camino abierto en 2000, cuando se produjo la escisión de Batasuna, y cerrar “el ciclo de la división de un modo natural”. “Aralar seguirá trabajando dentro de EH Bildu para que sea un punto de encuentro y un movimiento de ciudadanos de izquierda, abertzales, soberanistas, ecologistas, feministas, independentistas y demócratas...”, propugna la actual dirección. Sectores críticos con la línea oficial consideran que “se está buscando una pista de aterrizaje para acabar en Sortu”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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