_
_
_
_
_

Sonia Castedo se esconde de Rajoy y manda a un vicealcalde imputado

Andrés Llorens espera la apertura de juicio oral por un caso de supuesta prevaricación

El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a su llegada al acto en Alicante.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a su llegada al acto en Alicante. Manuel Lorenzo (EFE)

Mariano Rajoy no ha podido evitar darle la mano a un imputado del Partido Popular a su llegada a Alicante, donde ha clausurado el congreso del Instituto de Empresa Familiar. La alcaldesa anfitriona, Sonia Castedo, imputada por cinco delitos en dos casos de corrupción urbanística y a quien el PP presiona para que dimita, no ha acudido a recibir al presidente del Gobierno y de su partido. En su lugar ha enviado a Andrés Llorens, vicealcalde y concejal de Urbanismo también imputado por prevaricación.

En plena crisis de confianza ciudadanía por los nuevos casos de corrupción aparecidos recientemente, la foto más esperada de la cumbre empresarial era la del presidente saludando a una alcaldesa que hace oídos sordos a su partido en la Comunidad Valenciana tras meses pidiéndole que deje el cargo. Las escuchas policiales del caso Brugal y por las que se acusa a la alcaldesa de amañar el urbanismo de Alicante han traspasado las fronteras de la Comunidad Valenciana y ayer la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, dijo que Castedo no repetiría en las listas municipales del próximo mayo.

La alcaldesa ha excusado este martes su ausencia por estar “indispuesta”, según su entorno. En sustitución, el presidente del Gobierno ha sido recibido por el vicealcalde Andrés Llorens. El concejal está a la espera de la apertura de juicio oral por el caso de la Plaza Magallanes, en que se le imputa el delito de prevaricación por permitir unas obras de remodelación cuando todavía estaba abierto el proceso de licitación.

La hipotética foto de Castedo y Rajoy fue comidilla ayer de algunos corrillos de empresarios durante la pausas de la convenció en el Auditorio de la Diputación de Alicante. Se había especulado mucho sobre la incomodidad de la situación, después de que ayer la alcaldesa recibiera a Felipe VI, pero fuera prácticamente ninguneada por la organización del evento, que no le dejó intervenir en los parlamentos inaugurales; y por su propio partido, que apenas le prestó atención con Alberto Fabra, el presidente valenciano, a la cabeza

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_