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La Generalitat recorta el gasto en 7.715 millones de euros en cuatro años

La Administración abona 6.698 millones en intereses desde 2009 La deuda ya supone casi el 40% de los ingresos de la Generalitat

El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.
El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.Massimiliano Minocri

Los recortes de gasto aplicados por el Gobierno de la Generalitat a causa de los planes de austeridad han supuesto un tajo presupuestario de 7.715 millones de euros entre 2009 y 2013. La poda ha afectado a todas las áreas, desde Salud, que ha visto mermados sus recursos en un 31%, hasta Vivienda, que dispone de un 62% menos de fondos. A la vez que se producía ese tijeretazo, la deuda se incrementó en 9.570 millones de euros. Así lo señala el informe sobre la deuda pública catalana Independents de qui?, elaborado por la Plataforma Auditoria Ciutadadana de la Deuda. En el periodo analizado, el Gobierno catalán ha abonado 6.698 millones de euros en intereses de la deuda.

El informe trata de indagar sobre las causas que han conformado la “bola de nieve” en la que se ha convertido la deuda pública catalana y analiza la política económica ejecutada por la Generalitat durante la crisis. El estudio señala que en el último año del tripartito el déficit público llegó a un pico de 8.904 millones de euros, equivalente al 4,59% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán. Ese desfase no se debe a un aumento del gasto público. Al contrario: este disminuyó en más de 3.300 millones de euros, según el informe.

Esa drástica reducción se debe, en parte, a que en 2009 el gasto fue muy superior a ejercicios anteriores porque se aprobó una partida de 1.851 millones de euros para pagar gasto desplazado y otra de 1.142 millones para políticas sociales. Esos fondos procedían del nuevo modelo de financiación autonómica y del recurso a la deuda pública.La principal causa del incremento del déficit se debió al desplome de los ingresos en 3.455 millones de euros. Sin embargo, desde entonces todas las partidas de la Generalitat —salvo la deuda y los intereses— han sufrido un tijeretazo. “Los recortes más fuertes se dan en educación y salud, pero también en otras áreas como promoción económica. El recorte social es más elevado en términos absolutos porque el gasto de las comunidades autónomas es social”, explica Iolanda Fresnillo, miembro de la plataforma.

Los ingresos de la Generalitat entre 2009 y 2013, en cambio, se han incrementado, aunque de forma desigual. Los no financieros —impuestos, tasas, transferencias e ingresos patrimonionales— han descendido el 18,8%, lo cual supone que la recaudación no financiera ha descendido en más de 4.300 millones de euros. Lo contrario ha pasado con la deuda, que ha crecido un 178%, de modo que si en 2009 la Generalitat pidió a los mercados 5.456 millones de euros, en 2013 esa cantidad ascendía ya a 15.194 millones, lo cual supone un aumento del 178%.

Todo ello ha supuesto que la estructura de ingresos de la Generalitat haya cambiado por completo: en 2008 los impuestos y las transferencias suponían el 85% de los ingresos, mientras que la deuda representaba el 15% restante. En 2013 la deuda ya era el 38,5% de los recursos. Las mayores bajadas corresponden a los impuestos cedidos total y parcialmente, mientras que los tributos propios se incrementaron el 42% a causa de la creación de nuevas tasas como la turística. El informe señala dos circunstancias más que han impactado en las arcas públicas: una, el déficit fiscal que Cataluña arrastra con la Administración central, y dos, el fraude fiscal, que estima en 16.000 millones de euros.

El informe critica, no obstante, que se hayan dejado de ingresar más de 3.400 millones de euros por las rebajas que han sufrido los impuestos de Patrimonio y Sucesiones, que “podrían podido evitar una parte del endeudamiento y los recortes sociales”. Los autores concluyen que si bien la reducción de los ingresos fiscales “ha implicado un aumento del déficit, y por tanto del endeudamiento”, esta rebaja de la recaudación no solo ha sido motivada por la crisis —que afecta sobre todo al IRPF y al IVA— sino también “a decisiones políticas, dirigidas a mantener un sistema fiscal regresivo y unos ingresos dependientes del endeudamiento y, por lo tanto, de los mercados”. Además, el informe señala que la Generalitat se desvió en sus previsiones de endeudamiento en 4.000 millones de euros en 2012 y en 7.000 millones en 2013, si bien en este último se debe a la prórroga presupuestaria.

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Fresnillo advierte de que el nivel de deuda asumido por la Generalitat, que en junio ascendía a 61 836 millones de euros, es “inasumible, sobre todo a futuro”. “Si seguimos priorizando el pago de la deuda, lo único que ocurrirá es que la bola de nieve se irá haciendo más grande”, avisa.

La ‘deuda oculta’

Además de la deuda contraída con el Estado —que ya se ha convertido en el primer acreedor de la Administración catalana a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)—, la Generalitat tiene una deuda oculta. Se trata de las obligaciones que el Ejecutivo ha ido contrayendo sin que tenga repercusión en los presupuestos del ejercicio en curso pero, como recuerda el informe de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, sí “repercute en el gasto futuro”. Se trata de pagos diferidos que , pese a no tener un impacto directo en el nivel de endeudamiento oficial, sí supone haber contraído “deudas de facto, pagos a asumir por siguientes gobiernos y, en definitiva, futuras generaciones”.

En el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre las cuentas de 2010 constan deudas con cargo a ejercicios futuros por 79.502 millones de euros, con plazos que van más allá del año 2108. Se trata sobre todo de concesiones, derechos de superficie y peajes a la sombra, por ejemplo, aportaciones al plan para construir la línea 9 por 17.000 millones de euros entre 2012 y 2055. Además, las obras financiadas con ese método suelen acarrear desvíos respecto a los importes adjudicados del 16,1% de media.

A pesar de que el Gobierno de Artur Mas critica al tripartito por haber asumido esos niveles de deuda, los ejecutivos de CiU también han recurrido a ese sistema para poder llevar a cabo infraestructuras. Según cálculos del profesor de economía Agustí Colom que recoge el informe, en 2012 se ejecutaron inversiones por 518,37 millones de euros sin repercusión directa sobre el presupuesto. La mayor parte de ese monto se debe a concesiones por 350,3 millones de euros —por ejemplo, para el Eje Transversal o la sede de la delegación del Gobierno en Tortosa— y la concesión de la obra pública para la línea 9 por 127 millones.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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