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El PSM critica que no tiene acceso a los datos sobre los árboles de El Retiro

Lissavetzky tacha de "absurdo" que la oposición no tenga la información extraída por la comisión de expertos

Un miembro del equipo de poda de El Retiro inspecciona un pino.
Un miembro del equipo de poda de El Retiro inspecciona un pino.jaime villanueva

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha calificado este jueves de "totalmente absurdo" que la oposición en el Consistorio no disponga de los datos extraídos por la comisión de expertos sobre los árboles de El Retiro, y ha tildado de "inaudito" que no se haya permitido la creación de una comisión no permanente para estudiar la cuestión.

En una rueda de prensa, Lissavetzky ha manifestado que habría que tomar "soluciones mucho más rápidas de las que se está tomando", y que la comisión de expertos se ha planteado "de forma que no tenemos respuesta a lo que preguntan los ciudadanos", por lo que ha exigido "rigor y transparencia". "No podemos estar esperando a que la señora Botella tome las medidas adecuadas para solucionar un problema que depende directamente de la alcaldesa", ha apuntado el líder de la oposición municipal.

En el mismo sentido, la portavoz socialista en la comisión de medio ambiente y movilidad, Ruth Porta, ha asegurado que la rueda de prensa del Consistorio con relación a la comisión de expertos, "como la del ébola, ha generado mucha más alarma social", y los ciudadanos viven en "una sensación de inseguridad permanente".

La comisión de expertos, creada por el Ayuntamiento, se constituyó el 14 de julio, tras la muerte el 21 de junio de un hombre aplastado por la rama de una falsa acacia en El Retiro. Aunque presentará sus conclusiones en noviembre, el comité ha elaborado ya una lista de 814 ejemplares sospechosos, a los que se someterá a un examen a fondo para descartar que supongan un riesgo para los paseantes. Lissavetzky también ha criticado que no se vayan a poner señales en esos ejemplares que puedan presentar peligro, algo que el Consistorio ha justificado como una forma de no crear alarma social. "Se debe indicar que es una zona posiblemente peligrosa y que la gente pase por un sitio más seguro", ha declarado.

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El portavoz socialista ha recordado además que el parque de El Retiro cuenta con una gestión mixta, donde sólo una parte de los trabajadores son municipales, y ha aseverado que, según datos de CC.OO., se ha visto disminuido el personal de jardinería en 105 empleados, pasando de 235 en el año 2007 a 130 actualmente.

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Lissavetzky ha apuntado que en el año 2001 se invirtieron tres millones de euros para adquirir y martillo de impulsos y resistógrafos, y se ha preguntado si esa tecnología ya no es válida y hay que pedir que lo traigan desde Inglaterra.

Además, el líder de la oposición municipal ha solicitado que se tengan en cuenta en los próximos estudios a los árboles de alineación, unos 300.000 ejemplares repartidos por las calles de la ciudad, en relación a los cuales ha contabilizado caídas de ramas en al menos 17 distritos. El portavoz socialista ha demandado además la creación de un centro de formación que sirva para formar a los jardineros, también a los de las empresas que ganen las concesiones para el cuidado del arbolado en parques y jardines.

Según detalló en rueda de prensa esta semana el comité de expertos, la primera de las herramientas empleadas para el análisis de los árboles de El Retiro ha sido el Tree Radar, que permite conocer la profundidad y densidad de las raíces. Este aparato no existe en España —sólo se ha utilizado en el país dos veces con anterioridad, en el Jardín Botánico de Madrid y en el Metro de Málaga— y se tuvo que traer desde Inglaterra.

Los tomógrafos se emplean para conocer las patologías ocultas de los troncos. Uno de los dos usados es el sónico, que mediante la velocidad de la transmisión del sonido se puede detectar si hay madera sana, un hueco o una pudrición. Para concretar cuál de estas dos causas es se aplica la técnica del tomógrafo de ondas eléctricas. Para ello se colocan unos diez o doce clavos alrededor del tronco y mediante estas ondas se puede saber si es madera podrida lo que hay dentro o huecos.

El tercer aparato empleado es el resistógrafo, una aguja que entra en la madera a una velocidad continua y detalla la resistencia de la madera. También detecta cuando hay un hueco en el interior del tronco o una pudrición no visible.

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