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Unió rechaza el adelanto electoral y la declaración de independencia

Los democristianos apoyan el plan para el 9-N y Duran dice que nadie quiere elecciones

Àngels Piñol
El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, durante la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria del comité de gobierno de Unió.
El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, durante la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria del comité de gobierno de Unió.Andreu Dalmau (EFE)

El proceso de participación propuesto por Artur Mas como alternativa a la consulta no seduce a ninguno de los partidos soberanistas. Pero ni siquiera cautiva a su socio de federación. Unió Democràtica se alineó ayer con el sucedáneo de referéndum ideado por el presidente catalán al sostener que se ampara en la legalidad, una de las “líneas rojas” que no piensa atravesar. Pero acto seguido se distanció de la segunda parte del plan de Mas, esto es, formar una lista con ERC para concurrir en unas elecciones plebiscitarias y proclamar, si se dan las mayorías, la independencia.

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Unió celebró anoche un comité extraordinario y se mostró partidario de agotar la legislatura, que expira en 2016. Ramon Espadaler, secretario general de Unió, rechazó la declaración secesionista de Esquerra. “Es nuestra segunda línea roja. No la vemos, y menos aún en la presente legislatura”, avisó el también consejero de Interior de la Generalitat. Josep Antoni Duran Lleida, líder del partido, no asistió a la reunión. De hecho, hace meses que no aparece junto a Mas y ha estado ausente en los momentos cruciales del proceso. Anoche, en el Congreso afirmó que los partidos catalanes deberían hacer un ejercicio de “sinceridad” porque nadie quiere las elecciones. “Hay que buscar una mayoría que garantice la estabilidad de Gobierno y si esa mayoría existe, hay que continuar gobernando”, apuntó. “Los problemas de los catalanes no se acaban el 9-N. Hay que buscar una solución política porque es un problema político”.

Convergència sabe de sobras que la vía que propone provocará una tensión insostenible con Unió. La realidad es que una lista conjunta entre Convergència y Esquerra parece casi imposible al competir ambas por alzarse con la victoria en la próxima cita en las urnas. Y si es difícil esa alianza, ya es una quimera un pacto a tres. Si Mas y Oriol Junqueras llegaran a un acuerdo, la federación de CiU seguramente tendrá los días contados. Con todo, Espadaler apoyó el proceso de participación del 9-N: “Unió estará al lado de Mas para dar todos los pasos que lleven un proceso amparado en la legalidad y con las garantías democráticas”.

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