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La izquierda valora la voluntad de cambio y el fin del ciclo del PP

Descontento entre los populares y satisfacción contenida de Podemos

El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, junto a los reconocidos con las altas distinciones de la Generalitat.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, junto a los reconocidos con las altas distinciones de la Generalitat.José Jordán

El sondeo realizado por Metroscopia para EL PAÍS con motivo del 9 d’Octubre no dejó indiferente a ninguna fuerza política valenciana. Según la encuesta, el PP perdería 23 escaños respecto a los comicios de 2011 y se quedaría a 18 de la mayoría absoluta si hubiera elecciones. “No me gusta”, dijo lacónico el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Otros miembros del Consell reconocieron en privado que el sondeo era desastroso para el PP. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tampoco ocultó su malestar con un sondeo que consideró muy cocinado. “Han hecho mucho trabajo en la cocina y se les ha pasado un poquito el arroz”, dijo. La regidora mostró su incredulidad por el fulgurante ascenso de Podemos, que sacaría 17 diputados. “No conozco a nadie que vote para presidente a alguien que no sabemos ni quién es. ¿El que salga, da igual que sea una escoba?”, comentó. La coordinadora del PPCV, Isabel Bonig, quitó hierro a la encuesta, "que no es positiva", y afirmó que maneja "otros datos" y que, en base a éstos, "ese batacazo --del PP-- no es así".

El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, —cuyo partido perdería cuatro escaños y se quedaría con 29— se mostró convencido de que “cada día estamos más cerca del cambio porque más del 70% de los valencianos quieren que cambien las cosas”. Puig aseguró que el PSOE será "garantía de ese cambio", rechazó tajantemente la posibilidad dr pacto con el PP e incidió en que los socialistas están muy cerca del PP, a tres escaños..

“Los resultados son alentadores pero insuficientes”, comentó Sandra Mínguez, integrante de Podemos en Valencia y del equipo técnico del líder de la formación, Pablo Iglesias. “La tendencia es positiva, pero nosotros queremos cambiar las cosas y nuestro propósito es ganar”, añadió la profesora de Secundaria. Mínguez no se cerró a pactos, pero lo supeditó “a la decisión de la ciudadanía”. Sí resaltó la dificultad de pactar con el PSPV-PSOE al que considera “casta” por las prácticas de “mucha de su gente”.

La coalición Compromís —que pasaría de 6 a 14 escaños— agregó que la encuesta radiografía “el final de un régimen” que ha llevado a la autonomía “al empobrecimiento y la indecencia institucional”. Su portavoz, Enric Morera, destacó el avance de las fuerzas progresistas.

EUPV, otros de los partidos que crece, según el sondeo —de 5 a 7 escaños— destacó, en palabras de Ignacio Blanco, el sondeo el hundimiento del PP y el fin del ciclo político. “Hay que elaborar la alternativa”, agregó.

El diputado de UPyD —que no logra votos suficientes para acceder a las Cortes— reconoció que el partido lleva estancado los últimos meses pero confía en que remontará ante de los comicios de 2015.

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En el mundo empresarial, el presidente del lobby AVE, Vicente Boluda, se mostró más interesado en saber si el PSPV, principal partido de la oposición, será capaz de ofrecer una alternativa política a partir del desplome popular que revela el sondeo.

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