Liber cierra con 10.000 visitantes y algo de optimismo
La actividad del sector editorial latinoamericano anima de manera moderada el volumen de negocio de la 32ª edición de la Feria Internacional del Libro celebrada en Barcelona
Con gris austeridad que escenificaba la falta de moqueta pero, a la espera de cifras que lo ratifiquen, con la sensación de que como negocio ha funcionado un poco mejor gracias al sector editorial procedente de América Latina. Con ese resquicio de esperanza cerró ayer en el recinto ferial de Montjuïc de Barcelona la 32ª edición de la Feria Internacional del Libro (Liber) que promueve la Federación de Gremios de Editores de España. El evento congregó al final a unos 10.000 profesionales, cuantificación muy similar a la que dieron los organizadores de la convocatoria del año pasado en Madrid. A pesar de que el evento ha recuperado este año el acceso al público general, no se han facilitado datos de su asistencia.
En esta edición, con 450 empresas de 18 países, Liber parece haber capeado momentáneamente una seria crisis de identidad que amenazó hasta su continuidad y que conllevó la ausencia de importantes sellos editoriales. En la anterior convocatoria en Barcelona, en 2012, no se alcanzaron los 6.000 visitantes.