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Concentración menguante

Los jóvenes instalados en la plaza Catalunya critican que la ANC actúe “como si no hubiese pasado nada”

Alfonso L. Congostrina
Un grupo de los jóvenes concentrados en la plaza de Catalunya de Barcelona.
Un grupo de los jóvenes concentrados en la plaza de Catalunya de Barcelona.JOAN SÁNCHEZ

Los participantes en la acampada a favor de la consulta del 9-N, instalados en la plaza de Catalunya de Barcelona, decidieron ayer colocar solo cinco tiendas de campaña en la plaza Catalunya de Barcelona con el objetivo de provocar el desalojo por parte de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, como ya sucediera la noche del pasado viernes. A las 12 de la noche todavía no las habían instalado. Así lo decidieron el centenar de personas que había ayer en la última asamblea y después de que el dueño de las tiendas diera permiso para darlas por perdidas si las decomisaban los agentes.

La plataforma Independencia para Cambiarlo Todo hizo ayer un llamamiento a todos los simpatizantes de la izquierda independentista para participar y colaborar en la acampada. La intención de los participantes es permanecer en la plaza hasta el domingo. Mientras tanto tienen previstas actividades para promocionar la desobediencia como único medio para afrontar la paralización de la consulta del 9-N. Los participantes se mostraron molestos con la actitud de la Asamblea Nacional Catalana, “que está actuando como si no hubiera pasado absolutamente nada y la consulta estuviera a la vuelta de la esquina”, precisaron. Se mostraron también molestos con los partidos: “No aceptaremos una situación que no consista en retomar todo el aparato organizativo de la consulta y mantener en pie el referéndum del 9-N”.

Los concentrados aseguraron que resistirán si la policía intenta desmantelar el campamento requisando las cinco tiendas simbólicas. “Entre nosotros y la autodeterminación solo hay la desobediencia como método”, señaló Joan Sebastià, uno de los portavoces.

La noche del pasado jueves agentes antidisturbios de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana requisaron la docena de tiendas que los participantes en la acampada habían colocado en la plaza.

Sebastià calificó de "violenta" la actuación policial con el objetivo de "arrancarles" las tiendas, pero reconoció: "el hecho de que haya la consigna de no sacar las porras demuestra que al Govern la situación le resulta políticamente incomoda".

Las reacciones políticas han sido diversas. El alcaldable del PSC al Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ha acusado a Xavier Trias de “hacer el ridículo” con la actitud de permisividad que demuestra cada vez que pasa algo en Barcelona: “No puede decir primero que tolerará la acampada y después enviar a la Guardia Urbana”.

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En el pleno del Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz criticó que Trias dijera que toleraría una acampada de partidarios de la consulta, siempre y cuando no se prolongara "eternamente". "Barcelona no es un camping!", reprochó Fernández Díaz.

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