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Fabra achaca a Zapatero que Rajoy invierta menos que en otros sitios

El jefe del Consell se remonta a la época del PSOE para rebatir su falta de influencia

Alberto Fabra y los miembros del Consell durante la sesión de control de este jueves en las Cortes Valencianas.
Alberto Fabra y los miembros del Consell durante la sesión de control de este jueves en las Cortes Valencianas.jose jordán

No solo son los culpables de un sistema de financiación autonómica que Mariano Rajoy ha renunciado a reformar esta legislatura, sino también del reparto anual de inversiones que relega a la Comunidad Valenciana. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo responsables este jueves a los socialistas de la pérdida de inversiones estatales en los cuatro últimos presupuestos generales del Estado elaborados bajo la presidencia de Rajoy. La sorprendente manifestación fue sustentada por el jefe del Consell en las Cortes Valencianas con el argumento de que el PSOE se gastó el dinero en el proyecto Castor y en la construcción de desaladoras que no están en funcionamiento.

Ante una bancada socialista que no ocultó su estupor, Fabra aseguró que los 1.800 millones de euros del proyecto Castor han ido a parar “al agua” y que se han gastado 542 millones en desaladoras que “nadie quiere poner en marcha”. Cuando el presidente preguntó retóricamente “¿saben ustedes qué habríamos hecho nosotros con ese dinero?”, desde los escaños de la oposición contestaron casi a una voz: “¡Robarlo!”. Fabra ignoró la reacción e indicó que los populares habrían soterrado las vías del corredor mediterráneo a su paso por Valencia.

El ataque de Fabra, que obvió que los Gobiernos del PP avalaron tanto como los del PSOE el proyecto gasístico de Castor en Castellón y que la propia Generalitat tiene incluida esta instalación en su plan de infraestructuras, se produjo después de que el portavoz socialista, Antonio Torres, le recordase que con Rajoy la Comunidad Valenciana ha recibido 2.000 millones menos de lo que le correspondía. El portavoz del PSPV-PSOE calificó la inversión prevista para 2015 como “un nuevo jarro de agua fría, y ya van cuatro, y una nueva decepción”.

Torres denunció la situación de expolio que sufre la Comunidad Valenciana y el ninguneo del que es objeto el presidente de la Generalitat por su propio partido. “La media de inversión está en 241 euros por habitante en los presupuestos generales del Estado de 2015, Galicia está en 504 euros por habitante, Extremadura en 537 y la Comunidad Valenciana en 155”, recalcó.

El portavoz socialista recordó que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha ignorado la petición de entrevista de los empresarios valencianos —para reclamar inversiones— avalada por Fabra y que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en cambio, se entrevistó varias horas con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. “Tanto ha devaluado la institución que un ministro se atreve a ningunearlo; otro hubiese pedido su dimisión o la reprobación en Cortes”, comentó Torres.

El presidente admitió: “El Gobierno ha hecho un esfuerzo importante pero insuficiente porque queremos más y que cumpla con lo que se comprometió con la Comunidad Valenciana”. Entre los compromisos ignorados por el Gobierno están las partidas destinadas a la modernización de regadíos del Júcar que el anterior ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete prometió para desbloquear las reticencias a los trasvases al Vinalopó.

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En la misma sesión de control, el grupo Compromís reclamó a Fabra que paralice la actuación territorial estratégica de Ikea en Alicante por ser fruto de un plan urbanístico plagado de irregularidades (“No puede dejar que la mafia continúe controlando el urbanismo de Alicante”, le dijo Enric Morera). Una pretensión que fue rechazada por el jefe del Consell, al indicar: “Si no hay un pronunciamiento judicial no podemos parar el procedimiento”.

Por su parte, la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, criticó las medidas fiscales anunciadas por Fabra en el reciente debate de política general porque responden a “intereses electoralistas” e hipotecan a los gobiernos futuros. Sanz preguntó en qué beneficia la bajada en el IRPF a “85.000 familias que no tienen ingresos”. Fabra se limitó a replicar que la portavoz de EUPV “cuenta las cosas como le interesa”.

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