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El triunfo del dibujo

La feria de arte contemporáneo Swab se consolida y amplia su oferta

Fotograma de la obra 'Tierra' de Regina José Galindo de la galería Prometeo Gallery.
Fotograma de la obra 'Tierra' de Regina José Galindo de la galería Prometeo Gallery.

Dicen que para las parejas el séptimo año es el de la crisis, pero en el caso de Swab, la feria de arte contemporáneo fundada por el coleccionista Joaquín Díez-Cascón, es todo lo contrario. En su 7ª edición el certamen esgrime una identidad más que consolidada, basada en un perfil de galerías internacionales —nunca menos del 60%—, jóvenes y valientes, que ofrecen obras de talentos solidos a precios más que asequibles. “En cada edición queremos que por lo menos la mitad sean galerías nuevas. Lo importante es descubrir, no volver a ver y crear oportunidades para galerías, artistas y nuevos coleccionistas”, aseguró Díez Cascón, que ha reunido 165 artistas representados por 60 galerías, de las que 15 son de Cataluña, 10 del resto de España y las demás de 19 países. Especialmente destacada la presencia italiana encabezada por Prometeo Gallery con una monográfica de la guatemalteca Regina José Galindo, una de las artistas más célebres de la feria (aunque las imágenes de sus performances se mantienen alrededor de los 15.000 euros), junto con David La Chapelle. Las fotos del americano son las obras más caras (32.000 euros) de Swab 2014, junto con la instalación del cubano Humberto Díaz, que se exhibe en una sección dedicada a la escena latino americana, que cuenta también con Adrián Melis, en la barcelonesa ADN. El multipremiado artista cubano es finalista del Future Generation Artprize que con una dotación de cien mil euros es el más generoso del mundo para los creadores emergentes.

Algunas de las galerías durante la celebración de la feria.
Algunas de las galerías durante la celebración de la feria.

El dibujo es el triunfador de esta edición, no sólo por la sección Positions on drawing, en la que ocho galerías presentan otros tantos artistas que ofrecen distintas miradas sobre las múltiples posibilidades de esta técnica: desde los poéticos y minimalistas dibujos a lápiz de David Escalona en la galería Hurley de Málaga —las obras más económicas de Swab, 200 euros cada una— hasta las increíbles texturas de los retratos a bolígrafo de Juan Francisco Casas (galería Pradilla), pasando por los dibujos narrativos de José Luis Serzo, que desbordan el papel en objetos y pequeñas esculturas. Las instalaciones han casi desaparecido, pero la escultura vuelve con fuerza en nuevas modalidades como las pinturas de Mario Soria (N2) que encierran en su interior su propia historia esculpida, los libros-objeto de Alexander Korzer (Víctor Lope), los diminutos entornos tridimensionales del Colectivo Ninja y los objetos imposibles de Llobet&Pons (Galería Encantada), que toman el testigo de la gran tradición surrealista.

Arte para todo el ‘week-end’

Coincidiendo este fin de semana con Swab y tras dedicar el mes de septiembre a los creadores emergentes, las galerías de arte contemporáneo han inaugurado por todo lo alto la temporada expositiva con un cartel de nombres potentes y proyectos especialmente elaborados. Es el caso de los grandes formatos de Luis Gordillo en el nuevo espacio de Joan Prats y de la alemana Karin Kneffel que ha creado para Senda un conjunto de obras centradas en el pabellón Mies van der Rohe. Además de las piezas expuestas en la galería, dos pinturas, creadas específicamente, se exhiben en el propio pabellón, siendo la primera vez que éste acoge obras pictóricas. También destaca el proyecto de Democracia para ADN, que explora las estructuras de poder y el estatus del usuario de cultura a través de vídeos, fotografías e intervenciones en el espacio público. La visión pop de Jonathan Millán se exhibe en Estrany-de la Mota, más de cien dibujos, varias esculturas y tres murales de grandes dimensiones, pintados directamente en los muros de la galería.

La figuración que lleva ya unos años en alza se plasma en numerosos retratos y como otro efecto colateral del auge del dibujo, los grandes formatos pierden protagonismo, mientras se redescubre el amor por los detalles, las obras trabajadas y los elementos que no se revelan al público rápido y distraído. El vídeo y los nuevos medios nunca especialmente presentes en Swab, este año son una verdaderas rareza, como la instalación audiovisuales de Jhafis Quintero, que representó a Panamá en la última Bienal de Venecia y descubrió el arte durante los diez años que pasó encerrado en una cárcel. La única mirada tecnológica viene de China, de la mano de Sun Art Gallery de Shangai, que gracias a una webcam estratégicamente colocada introduce los visitantes en una pintura de Liu Dao, de modo que al contemplar la obra el espectador se descubre en su interior. Swab, que en 2013 superó los 15.000 visitante, se clausurará el próximo domingo.

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