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Dos hombres disfrazados se llevan 60.000 euros de un banco de Moeche

Maniataron a una decena de clientes, que los describen como “educados y cuidadosos”

Dos hombres disfrazados, con el rostro cubierto y armados con dos pistolas han atracado hoy la sucursal del Banco Santander en Moeche, un municipio interior y rural de A Coruña. Retuvieron en el interior a una decena de clientes y al responsable de la entidad, les quitaron los móviles, los ataron con bridas y se marcharon con un botín de unos 60.000 euros, indicaron fuentes del caso.

La Guardia Civil ha desplegado un amplio operativo en la comarca ferrolana para tratar de dar con los dos hombres que poco antes de las 14:00 horas entraron en una de las dos oficinas bancarias de Moeche -la otra es de Abanca-, ambas en el lugar de San Ramón.

Primero entró uno, vestido con un buzo, peluca y barba. Timbró en el control de acceso y le abrieron la puerta. Le siguió su compinche, también disfrazado y con un casco de obra. Cada uno de ellos portaba un arma con la que encañonaron al personal de oficina muy pequeña con un único empleado.

En ese momento, explicaron a este diario testigos presenciales, había media docena de personas dentro del banco, la mayoría mujeres de los negocios próximos que iban a hacer el ingreso diario. Cuentan que les pidieron los móviles, con respeto y educación, y las maniataron. “Fueron muy educados y cuidadosos”, apunta. Según iban llegando nuevos clientes, éstos accedían con normalidad, como si nada pasara dentro, y automáticamente eran conducidos a un sótano junto a los otros rehenes.

“Nos dijeron que podíamos guardar nuestro dinero -nóminas y pagos- porque el tema era con el banco y que no nos harían nada”, explica una de las vecinas, la dependienta de un comercio que todavía no se ha repuesto del susto. Una señora, de unos 70 años, se sintió mal por la impresión que le produjo el arma y los dos atracadores, “que hablaban castellano de aquí”, se interesaron por su estado antes de salir. Dejaron los móviles sobre el mostrador y se marcharon, pocos minutos después, con el dinero de la caja fuerte y del cajero automático. Unos 60.000 euros, estimaron fuentes del Instituto Armado, que se ocupan ya de la investigación.

 

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