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Laso intentó quedarse con el empleo de una de sus víctimas

El parricida dijo que Julia Lamas no podía trabajar por motivos familiares

Daniel Herías, hijo de Julia Lamas, una de las presuntas víctimas de Ramón Laso, acusó ayer al hombre de intentar usurpar el trabajo de su madre a los pocos días del supuesto crimen de Els Pallaresos (Tarragonès), así como de intentar cambiar a su nombre una furgoneta de la víctima. Herías declaró en la Audiencia de Tarragona, donde Laso es juzgado por la muerte de su pareja sentimental, Julia Lamas, y la de su cuñado, Maurici Font, el 27 marzo de 2009 por motivos sentimentales.

La Fiscalía, que solicita para él una pena de 30 años de cárcel, sostiene que el acusado tuvo una aventura “que pudo durar dos o tres años” con su cuñada y esposa de Font, Mercedes Lamas, y que este supuesto romance sería el que le habría empujado a “matar, para continuar la relación sentimental, a Julia y Maurici, ocultar sus cuerpos y simular que se habían ido juntos”. La policía no ha logrado encontrar los cadáveres.

Herías y Mercedes Lamas acudieron solo tres días después de los presuntos crímenes a entrevistarse con los responsables de la comunidad de vecinos en la que trabajaba Julia como portera para explicarles las desapariciones. Pero en las oficinas se encontraron a Laso, contó Herías: “Estaba con el DNI de mi madre en la mesa, y se lo cogí”, afirmó. “Él quería quedarse también con el puesto de trabajo de mi madre”, añadió Herías.

La administradora del bloque de pisos en el que trabajaba Julia, Maria Teresa F., detalló que Laso la visitó proponiendo realizar el trabajo de la víctima. También que acudió a su gestoría “para cambiar a su nombre el coche de ella”.

 Trabajo en el huerto

 El día del supuesto crimen, Font dejó las ocho de la mañana a su mujer en el Hospital Joan XXIII, donde es enfermera, explicó Mercedes en la Audiencia de Tarragona. Cuando se despidió, le dijo que “iba a ir a trabajar al huerto” de Laso. Solo unas horas más tarde, sobre la una de la tarde, Laso se habría encaminado en coche hacia la Rambla de Tarragona para esperar a Julia a la salida de su trabajo. “La esperaba un coche. Alguien la abrió desde dentro y se dirigió hacia la Plaza Imperial. El coche era una furgoneta. No volví a ver a Julia”, detalló ayer el presidente de la comunidad de vecinos. El presunto asesino habría conducido a su pareja sentimental a un lugar indeterminado y la habría matado, según la Fiscalía, como también habría quitado la vida a Font unas horas antes.

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