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Platja d’Aro estrena 14 videocámaras para controlar sus urbanizaciones

El sistema, de última generación, permite controlar las matrículas de coches 'fichados'

Platja d’Aro (Baix Empordà) ha puesto en funcionamiento un sistema de 14 cámaras de video-vigilancia que controlan las entradas y salidas de todas las urbanizaciones y viviendas aisladas. El sistema funcionaba a modo de prueba desde julio y hoy ha normalizado su actividad. Este sistema está incluido en la primera fase del Plan de Seguridad ideado a raíz de la muerte del presidente de la patronal de Girona Foesg, Jordi Comas, en un asalto violento en su casa en noviembre de 2012, y de la oleada de asaltos que siguió.

Las imágenes captadas llegan a la sala de control ubicada en las dependencias de la Policía Local. Además de visualizarse en directo, funciona las 24 horas del día y quedan registradas sus imágenes durante 30 días. Las matrículas quedan guardadas en una base de datos en los que se incorporan todos los vehículos gravados. En dos meses ya hay introducidas más de un millón de matrículas.

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Estos aparatos disponen de un dispositivo capaz de detectar alguna matrícula que ha sido introducida en el sistema por algún interés policial, ya sea porque el coche se ha visto implicado en un accidente o  robo, o porque conste como sustraído. Inmediatamente emite un aviso y manda los datos, tanto a dependencias policiales, como a las patrullas y a los móviles de los mandos. Esto permite, si es necesario, una rápida intervención.

El alcalde de Platja d’Aro, Joan Giraut, considera que han dado “plus de seguridad” con la instalación de estas cámaras, porque dan una sensación de tranquilidad a las personas que viven es las urbanizaciones, “sobretodo gente mayor y las más vulnerable ante las situaciones de delincuencia”.

A partir del mes que viene se colocarán otras cinco cámaras, tres para controlar los vértices del triángulo que dan acceso a la zona más céntrica y comercial, y dos más en zonas más exteriores. En total, el proyecto de video-vigilancia supone un presupuesto de unos 300.000 euros. Desde el Consistorio argumentan la necesidad de este sistema, en tanto que medida disuasoria como herramienta para la policía, teniendo en cuenta que esta localidad, eminentemente turística, tiene muchas urbanizaciones y casas aisladas y puntas de población flotante en las que pasa de 10.000 a 100.000 habitantes.

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