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Los socialistas alicantinos vuelven a liarse con los censos

Sin primarias abiertas, vuelven las sospechas de irregularidades en grupos de la provincia

El alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro.
El alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro.Rosa Fuster

"No se entiende que nos pasemos el tiempo hablando de hacer primarias abiertas y nos pasemos todo el verano metiendo a gente en el censo irregularmente", dice un militante socialista que opta por permanecer en el anonimato mientras intenta convencer a los militantes de su agrupación de que su proyecto es el idóneo para alcanzar la alcaldía en su pueblo. “Hagamos primarias abiertas y se acabó, que se acerque quien quiera a votar a quien quiera”, continúa, “así le hacemos un flaco favor al discurso de regeneración”.

El partido socialista abrió el pasado lunes las primarias para elegir a los cabezas de lista locales. Antes del 6 de octubre deberán recoger un 20% de avales en sus agrupaciones.

La decisión de la ejecutiva federal socialista de no abrir a los simpatizantes las elecciones primarias para elegir cabeza de lista local ha permitido que viejas costumbres asamblearias pervivan en la provincia de Alicante. La polémica sobre los censos hinchados en una agrupación como la de Elche, la tercera ciudad valenciana, o los crecimientos desorbitados de la militancia —del 60% en algunos casos como en Torrevieja—, son fenómenos que resurgen cada cuatro años en las agrupaciones locales y que erosionan la credibilidad del partido.

La ejecutiva local paralizó 170 nuevas altas del entorno del alcalde de Benidorm

La ejecutiva local de Benidorm paralizó la semana pasada más de 170 nuevas altas entregadas por personas cercanas al alcalde Agustín Navarro, quien supuestamente no iba a tener rival al ser alcalde electo y, por tanto, era la apuesta fija del partido. Entre julio y agosto, 160 de esos nuevos militantes fueron inscritos en un censo de 290. Ninguno de ellos presentó por sí mismo el alta, lo hicieron unas pocas personas cercanas a Navarro.

Faltaban entonces pocas semanas para que Ferraz decidiera si había primarias abiertas. Cuando decidió que no, la ejecutiva federal subió de 40 a 50 el porcentaje de militancia necesario para que cualquier militante pudiera librar la batalla de las primarias contra un alcalde establecido. A los críticos con Agustín Navarro, secretario general en la comarca de la Marina Baixa, no les queda duda, lo hizo para cubrirse las espaldas y evitar cualquier riesgo de insurgencia. Entretanto, campan los enfrentamientos en localidades de la comarca como Altea o La Vila, por ejemplo. "No diría que es un fenómeno preocupante, todo está dentro de lo normal”, dice el secretario general provincial, David Cerdán, quien siempre defendió primarias abiertas a la ciudadanía. Existe para Cerdán una “militancia difusa, discontinua”, que por distintas razones va y viene. Los 90 euros anuales de suscripción pueden ser razón para esas idas y venidas, apunta, “la gente se afilia o porque quiere o porque les invitan”. “Algo de manipulación habrá", admite el político casi con una apelación a la condición humana, “pero problemas manifiestos de censos hinchados solo hay en Elche".

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Una gestora acaba de depurar un 30% del censo de afiliados en Elche

En la capital ilicitana, una gestora acaba de depurar el censo en casi un 30%. Han pasado de más de 800 militantes a tener unos 250 menos. Cuatro familias distintas intentan auparse con el poder en una ciudad donde los socialistas lo fueron todo hasta esta última legislatura. “En Elche, el partido sacó en las últimas elecciones cuatro puntos más de media que el PSPV en toda la Comunidad", apunta Ramón Abad, quien como secretario de Organización denunció las afiliaciones masivas en un informe el pasado marzo, que llegó a Ferraz. “Solo haciendo las primarias con corrección ofreceríamos una imagen de transparencia que nos permitiría recuperar la ciudad”, apunta un Abad seguro de que conseguirá los avales para disputar la cabeza de lista municipal a los otros tres compañeros rivales.

Entre la militancia existe la percepción de que no se mueve un dedo para reconquistar una credibilidad que formaciones como Podemos va comiéndose a pasos agigantados. “Es la pasividad por costumbre”, dice un militante que pone a Alicante de ejemplo.

La agrupación de la capital vive con un grupo municipal dividido y un secretario general, Gabriel Echávarri, con un pasado en Unión Valenciana. Desde el partido insisten en que Alicante nunca ha tenido una denuncia de censo inflado, pero las sospechas están ahí. De las primarias alicantinas suele decirse que ‘gane quien gane, siempre gana Franco’, en alusión al exsenador Ángel Franco, quien ha dirigido las asambleas locales desde hace más de 20 años. Ahora Franco ya no está, se dió de baja hasta que aclare su relación con el constructor imputado Enrique Ortiz. Y, sin embargo, siguen las pequeñas zancadillas. Javier Fernández, un director de colegio que se presenta a las primarias de Alicante, ha tenido problemas hasta para encontrar al que debía dejarle las llaves de la sede para organizar un acto.

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