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El PP esgrime trabas burocráticas para no despolitizar TVG

La Xunta lleva tres años sin cumplir la ley que obliga a consensuar la dirección

En noviembre de 2011, y tras dos años de negociación entre PP y PSdeG, el Parlamento de Galicia aprobó una ley llamada a garantizar la independencia de los medios de comunicación públicos a través del nombramiento por mayoría reforzada de la Cámara del director general de la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG) y de su Consejo de Administración. Ayer el PP argumentó que los otros cambios burocráticos en el ente público a que obligaba aquella ley le han impedido aplicar la norma “tan rápido como desearía”.

 El actual director general de CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, fue elegido por el presidente Alberto Núñez Feijóo en 2009, en cuanto el PP retornó a la Xunta. Los populares llevan insistiendo desde entonces, y lo recordaron ayer, que su elección contó con el acuerdo del entonces líder del PSdeG, Pachi Vázquez, que siempre lo ha negado. La nueva ley aprobada en 2011 obliga a que el director de CRTVG sea elegido ahora con el apoyo de dos tercios del Parlamento en primera votación o, si no se consigue esa mayoría reforzada, por tres quintos de la Cámara en segunda vuelta. La norma también redujo el Consejo de Administración del ente de doce a seis miembros, que deben ser nombrados por similar mayoría reforzada y tener una trayectoria profesional reconocida. Pero pese a que ya han pasado tres años desde la entrada en vigor de esa ley, el director de la CRTVG sigue siendo Sánchez Izquierdo y el Consejo de Administración está ocupado por 12 cargos políticos o personas muy ligadas a las estructuras de PP, PSOE y BNG.

El PSdeG, a través de su portavoz parlamentario, José Luis Méndez Romeu, presentó ayer una iniciativa en la que reclamaba el “cumplimiento inmediato” de la ley, una petición a la que el PP no se pudo negar, aunque sin aportar plazos. “Tratamos de cumplirlo”, dijo el diputado popular Agustín Baamonde, quien justificó el retraso en la “cantidad de medidas” que hay que aplicar para la transformación integral de la estructura empresarial de CRTVG que contemplaba la ley. Según Baamonde, la Xunta trabaja en ello “sin pausa”. “Pero no tan rápido como desearíamos”, admitió el diputado del PP.

También AGE, por boca de Juan Manuel Fajardo, apoyó la petición de que se cumpla la ley inmediatamente, y criticó que mientras eso no sucede, y desde las elecciones autonómicas de hace dos años, el actual Consejo de Administración de CRTVG carece del representante que debería designar su formación. El BNG, por el contrario, votó en contra de la iniciativa socialista, como hizo en su momento con la propia ley reformadora de la compañía, por considerar que abre la puerta a su privatización y a precarizar a sus trabajadores, aunque se unió al resto de la oposición en su denuncia de la manipulación informativa de los medios públicos.

Para el socialista Méndez Romeu, esa instrumentalización política “no es culpa de sus profesionales sino de sus directivos”, que hacen que el presidente Feijóo aparezca en sus informativos “diez veces más” que el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. “Como en Cuba”, criticó el portavoz socialista, que destacó que los medios públicos “consumen 90 millones de euros” de los presupuestos autonómicos sin cumplir su obligación de “ofrecer una información veraz y plural”.

El popular Baamonde, por el contrario, cargó contra “la televisión que dejaron” socialistas y nacionalistas tras el Gobierno bipartito y culpó al PSOE de no ceder a AGE uno de sus representantes en el actual Consejo de Administración. Y admitió que apoyaría la petición socialista para cumplir “inmediatamente” la ley, pero en ningún momento ofreció nuevos plazos.

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La necesidad de una mayoría reforzada también para la elección del Consejo de Administración obligará a los partidos a pactar sus miembros, negociación que hace diez meses ya se habían comprometido a desbloquear tanto Feijóo como Besteiro en su primer y único encuentro de trabajo tras la elección del líder socialista. Pero desde entonces nada se ha avanzado.

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