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González cuestiona la decisión de Botella de restringir el tráfico

El presidente de la Comunidad cree que atenta contra "la libertad" de movimiento de los ciudadanos El dirigente regional defiende otras medidas a su entender más eficaces para combatir la contaminación como los coches eléctricos o híbridos

José Marcos

El presidente de la Comunidad, Ignacio González, se distanció de la decisión de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de restringir el tráfico en el centro de la capital a partir del 1 de enero. Desde esa fecha solo el transporte público y los coches de los residentes podrán circular sin trabas en una superficie de 352 hectáreas. “Soy poco partidario de prohibir las cosas, nosotros trabajamos para que la gente elija libremente. Tenemos el mejor servicio de transportes, pero eso no quita que los ciudadanos puedan usar libremente sus transportes”, señaló González.

Al igual que el Ayuntamiento, el Gobierno regional defiende también la aplicación de las áreas de prioridad residencial (APR). Pero, insiste, sin prohibir la completa circulación de los vehículos privados. Con fecha de abril de este año —González es presidente regional desde septiembre de 2012—, el Plan de Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Comunidad para el periodo 2013-2020, el llamado Plan Azul +, habla de la “atenuación del tráfico privado motorizado”. El plan cita textualmente la creación de zonas de bajas emisiones y áreas de prioridad residencial como uno de los medios para reducir la contaminación.

El Plan Azul + del Ejecutivo autonómico defiende el modelo de las APR porque “restringen el acceso, excepto para residentes y actuaciones concretas, de manera que se puede reducir la densidad circulatoria, ajustar las plazas de aparcamiento a residentes y ordenar actividades como la carga-descarga de mercancías”. La manera de hacerlo es, “reducir la circulación de vehículos o, en su defecto, fomentar que los desplazamientos privados se realicen con vehículos menos contaminantes”, recoge el Plan Azul +, especialmente en las zonas de bajas emisiones. También se aboga por la ampliación de la red de aparcamientos disuasorios y la circulación de vehículos eléctricos por el carril Bus VAO para frenar la contaminación.

“Me parece bien la defensa del medio ambiente, pero es compatible con la libertad de movilidad de los ciudadanos”, reiteró González, que puso como ejemplos el fomento de los coches eléctricos y de los híbridos frente a la opción de restringir de forma radical el tráfico rodado en el corazón de Madrid. Y destacó las ayudas del Ejecutivo autonómico para renovar la flota de taxis ante una medida que a su entender va en contra de los principios liberales del PP. “No soy partidario de medidas que al final son limitaciones y sanciones”, zanjó González. Las infracciones, vigiladas por 22 cámaras de seguridad, serán castigadas con 90 euros de multa.

Desde la Comunidad sostienen que el rechazo de González no es a las APR, sino a la medida adoptada por Botella, “que va más allá” y a su aplicación en apenas tres meses. “Eso afectará a una parte con mucho tráfico de Madrid y podría congestionar otras zonas”.

En sus alegaciones al Plan Azul +, Ecologistas en Acción criticó que “no establece ninguna regulación obligatoria ni planificación concreta para modificar el modelo de movilidad insostenible de la región, que requiere una actuación decidida de reducción del tráfico de vehículos privados”. González, que además de presidir Madrid es secretario general del PP regional desde mediados de 2012, obvió que el Partido Popular llevaba en su programa electoral para el Ayuntamiento en los comicios de 2011 la creación “de nuevas áreas de prioridad residencial”. El objetivo fundamental era “reducir los tráficos de paso a través de los barrios y de agitación en busca de estacionamiento”, al tiempo que se apostaba por “aumentar” las plazas de aparcamiento para residentes.

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González, que es secretario general del PP regional desde 2012, obvió que el Partido Popular en 2011 llevaba en su programa electoral para el Ayuntamiento la creación “de nuevas áreas de prioridad residencial”. El objetivo fundamental era “reducir los tráficos de paso a través de los barrios y de agitación en busca de estacionamiento”. Al tiempo, se apostaba por “aumentar” las plazas de aparcamiento para residentes.

Según señalaba el programa, que fue presentado en el primer acto de campaña del entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón en la sede del PP en la calle Génova, la pretensión de las APR era “reducir la presencia de vehículos privados de no residentes”. De esa manera se incrementaba “el atractivo” de la zona para el peatón y además se lograba “un entorno más agradable”. Por no obviar su “efecto directo” en la reducción de las emisiones.

El programa electoral del PP recordaba el carácter “pionero” de Madrid en cuanto a la creación de este tipo de áreas de tráfico restringido: la primera comenzó a funcionar en septiembre de 2004 en el Barrio de las Letras. Posteriormente se puso en marcha la APR del Barrio de Cortes (septiembre de 2005), “atendiendo así a una solicitud realizada por los vecinos de la zona”. La última que se puso en funcionamiento fue, en julio de 2006, la APR de Embajadores.

La oposición municipal, a favor pero con matices

El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha señalado esta mañana sobre la decisión del Ayuntamiento de restringir el tráfico en el centro de la ciudad a partir del 1 de enero: “La medida nos parece bien pero espero que vaya acompañada de un estudio lo más razonable, racional y lógico que beneficie a los ciudadanos y no sea una medida electoralista”. Lissavetzky ha abogado porque se haga de forma “apropiada”, y no como en el barrio de Las Letras, donde “no hay suficiente información, y cuando uno va a un aparcamiento es multado porque no tiene a nadie que le diga que el aparcamiento está lleno”.

La concejal de Izquierda Unida Raquel López ha aplaudido la propuesta municipal, pero ha matizado: “Es una medida positiva que venimos reclamando desde hace años sin que el equipo de gobierno la pusiera en práctica, por tanto llega tarde habida cuenta, por ejemplo, de que desde 2010 Madrid incumple los parámetros de contaminación fijados de la Unión Europea y aún no sabemos el dinero que va a costar la sanción”. López ha añadido: “La medida debe ir acompañada además de un fomento del transporte público, es decir, justo lo contrario que está haciendo este equipo de gobierno que en menos de un año ha recortado 40 líneas de la Empresa Municipal de Transporte”.

El portavoz municipal de UPyD, David Ortega, ha asegurado: "Estamos a favor de que el vehículo privado vaya saliendo del centro, de forma prudente y progresiva y contando con la opinión y la participación de comerciantes y vecinos. Pero hay pasos que hay que tomar con mucha prudencia y consenso. Tenemos serias dudas sobre el momento en el que se anuncia esta medida, con una alcaldesa y un equipo de Gobierno interino. El PP ha tenido muchos años para tomar esta medida, pero sin embargo lo hace ahora, a ocho meses de las elecciones y coincidiendo casualmente con el Día Europeo sin Coches. Esperamos que no hayan pensando solo en el marketing, sino, sobre todo, en la movilidad de los madrileños”.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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