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El brote de legionela en Sabadell ya suma 31 afectados tras registrar un nuevo caso

La Generalitat aún no ha localizado el foco y rechaza informar sobre las zonas investigadas

Jessica Mouzo
Edificios en el centro de Sabadell.
Edificios en el centro de Sabadell.cristóbal castro

El goteo de nuevos afectados por el brote de legionela detectado en Sabadell (Vallès Occidental) continúa imparable seis días después de que el Departamento de Salud declarase la alerta epidemiológica. La Generalitat registró ayer un nuevo caso —un hombre de 75 años que enfermó el pasado día 15— que eleva a 31 la cifra total de afectados. Cuatro de los enfermos de neumonía han fallecido, siete han sido dados de alta y 20 siguen ingresados en tres hospitales: Parc Taulí de Sabadell, Hospital General de Catalunya y dos en la Clínica del Vallès. Según la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT), todos los afectados presentaban factores de riesgo como el tabaquismo o enfermedades de base “graves o muy graves” que agudizaron la dolencia.

La Generalitat se centra ahora en localizar el foco de contagio, todavía desconocido. El Departamento de Salud sospecha que se trata de un único foco situado en alguna instalación de alta potencia. Técnicos de Salud Pública revisaron y limpiaron esta semana las 21 instalaciones consideradas “de alto riesgo”, como torres de refrigeración de grandes superficies o edificios altos. Sin embargo, la virulencia del brote —uno de los más letales de los últimos años— ha obligado a la Generalitat a reforzar las acciones de vigilancia epidemiológica y ha investigado también zonas de “bajo riesgo”, como fuentes ornamentales o sistemas de riego.

La subdirectora de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salut Pública de la Generalitat, Mireia Jané, explicó que el protocolo de inspección se centra en crear un mapa a partir de los lugares por los que se han movido los afectados. “Hacemos una entrevista a los pacientes y familiares para analizar los movimientos que han realizado. A partir de ahí se crea un mapa y trabajamos con una hipótesis”, concretó. Con el plano en la mano, los técnicos de Salud Pública inspeccionan los lugares en los que potencialmente, se pudo contraer la enfermedad: revisan que las instalaciones estén al día con los controles de prevención exigidos por ley y toman muestras del agua de las torres de refrigeración para comprobar si anida allí la bacteria. El resultado de los cultivos suele tardar unos días. De hecho, las conclusiones de los primeros estudios de este brote, realizados hace seis días, se esperan para mañana lunes.

Con todo, la ASPCAT no descarta que, pese a tener las zonas sospechosas “bajo control”, se detecten nuevos casos, ya que el período de incubación de la enfermedad puede durar hasta 10 días.

La inquietud se ha instalado entre los vecinos de Sabadell, ciudad algo más de 200.000 habitantes. Salud Pública se ha cerrado en banda a dar cualquier dato que desvele la localización de los edificios investigados para evitar “una situación de alarma”. Pero a falta de información oficial, la rumorología dicta sentencia entre los vecinos. “El secretismo para no crear alarma social está produciendo justo lo contrario. La gente está preocupada y esta política de opacidad solo favorece los rumores”, denuncia el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Sabadell, Manuel Navas. Jaume Alegre ya ha oído “de todo y mas” desde su taxi. “Se ha creado una especie de psicosis entre la gente porque, en realidad, nadie sabe nada. Los niños de un colegio cercano a una de las zonas sospechosas no beben agua ni se duchan ahí para estar prevenidos. La gente tiene miedo”, cuenta.

A las puertas del hospital Parc Taulí, donde permanecen ingresados la mayoría de los enfermos, tampoco se habla de otra cosa. Bajo la nube de periodistas, micrófonos y cámaras de televisión que sobrevolaron la entrada del centro sanitario durante toda la semana, el estupor de los que aún desconocían la noticia se entremezclaba con las últimas novedades que cuchicheaban en grupo algunos vecinos. “Cada uno viene contando una cosa diferente. A mí ya me han dicho que el foco está en tres barrios diferentes. Unos dicen que es en Can Rull, otros que es en Eix Macià y otros en Torrerromeu. Además, en una página de Facebook están diciendo a los de esos barrios que no se duchen porque se pueden contagiar con el agua”, explicaba Lourdes Moraguez, dependienta de la floristería del hospital.

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Ayuntamiento y Generalitat han tenido que salir al paso de las elucubraciones de la calle. Salud recuerda que no existe ningún peligro por beber o utilizar agua de la red pública de suministro ya que la enfermedad solo puede afectar a una persona si esta aspira gotas microscópicas de agua que flotan por la atmósfera con la bacteria que causa la legionela en ellas. El Ayuntamiento también reveló que ninguna de las actuaciones preventivas y de limpieza efectuadas para erradicar el brote se ha llevado a cabo en edificios municipales. “Somos la ciudad más segura porque la Generalitat ha puesto en marcha un plan de choque en todas las grandes torres de aire acondicionado”, defendió el tercer teniente de alcalde, Ramón Burgués. Con todo, el consistorio decidió detener el funcionamiento de las fuentes ornamentales y el salto de agua del Parc de Catalunya.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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